26. THIAGO

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  Recibí saludos de todos. Mensajes. Llamadas. Pero nada de mi papá, no es que esperara que lo hiciera, pero me hubiera gustado. No apareció en todo el día, no sabía dónde estaba. Ni siquiera un 《Hoy no vuelvo》, no había señales de él.
  Pasé toda la mañana con Liv. Después al mediodía fui a su casa porque me dijo que Sara me iba a preparar un almuerzo. Fui estuve con ella y su familia, se sintió como antes, como si nada hubiera cambiado. Más tarde fuimos a merendar Liv, Lucas, Nina y yo. Estuvimos la tarde en un lugar que nos habían recomendado. Después, fui hasta mi casa, él no estaba. Liv me tenía una sorpresa. Le dije que no quería ninguna fiesta, que lo único que quería era estar con ella.
  Me cambie y pase por ella. Me fue guiando el camino, no sabía a dónde estábamos yendo.
  Llegamos a una especie de cabañas. Liv se acercó a la recepcionista, no sé qué le habrá dicho, pero nos guio el camino.
  Antes de abrir la puerta, me tapó los ojos. Me empezó a guiar agarrándome la mano.
- ¿Cuánto falta? -pregunto.
- Ansioso. -pude adivinar que había puesto los ojos en blanco. Caminamos un poco más hasta que frenamos en un lugar- Listo, ya de podés ver. -me saco el pañuelo de los ojos y miro al rededor-
¿No te gusta? Yo sabía que no te iba a gustar, tendríamos que habernos quedado en casa.
- No, no. -la agarro para tranquilizarla- Es perfecto.
  Todo el camino que habíamos hecho había sido por adentro de la cabaña hasta pasar a la parte de atrás. El río, una fogata, una decoración que se notaba que había estado bastante preparando y la luna.
- ¿En serio me lo decís? -me mira insegura- Mira que, si no te gusta me lo podés decir, yo no me voy a enojar. -sonrío.    
- Me encanta Davis. -le doy un beso en la nariz- Nunca nadie puso tanto esfuerzo en algo para mí.
- Acostúmbrate porque es el primero de muchos. -me mira, sus ojos brillaban con la luz de la luna.
- Tengo a la mejor novia. -levanta las cejas y sonríe.
- ¿Novia?
- Va, sí. Digo, -me lamo los labios nervioso- ¿Querés ser mi novia?
- Quiero ser tu novia. Vos, ¿Querés ser mi novio? -su mirada se ilumina y noto que la mía también.
- Quiero. -la besé, suave, con amor- Te amo Olivia. -muerde su labio inferior intentando retener una sonrisa, sus manos se deslizaron por mí nunca y se puso en puntitas.
- ¿Me amas? -asiento.
- Te amo con el alma. Porque el alma es eterna. Y yo a vos te voy a amar hasta que me convierta en polvo, porque sos la mujer de mi vida.
- Te amo Thiago. -mis manos descienden a su cintura. Los dos nos buscamos los labios a la vez. Noto su sonrisa en mis labios cuando nos besamos.
  Sentirnos. Amarnos. Buscarnos. Desearnos. Tocarnos.
  Terminamos haciendo el amor en esa cabaña. La sentí como si fuera la primera vez.
- Tengo un regalo. -dice reincorporándose.
- ¿Otro más? -copio su movimiento.
  Agarra la mochila y abre el bolsillo.
- Es una tontería, pero pensé que te iba a gustar. -saca del bolsillo y me lo da. Lo abro y era una foto enmarcada de mi mamá, ella y yo el día de nuestro "casamiento". Sentí que se me llenaban los ojos de lágrimas.
- Es el mejor regalo del mundo. -giro a verla y le acaricio la mejilla- Gracias, en serio. -beso su nariz.
- Es lo menos que puedo hacer. Sos lo más real que tengo, sos el sentimiento más real de mi vida. Me salvaste Thiago, de todas las formas en las que una persona puede ser salvada. Y no me va a alcanzar la vida para agradecértelo. Te amo. -sonrío al escuchar esas dos palabras salir de su boca y saber que se dirigen a mí.

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