Subimos al auto. No hablamos en todo el camino. No me salían las palabras para decirle lo que había pasado. Le había mentido.
Llegamos a su casa y en silencio subimos hasta su cuarto.
- Perdón. -dije mientras me sentaba en la cama- Ya sé que no hace falta que diga nada, que me conoces y sabes lo que pasó. Pero te mentí y no tendría que haberlo hecho. -Lucas estaba en su armario buscando algo para darme.
- Toma -me tira una remera- ponete eso, vas a estar más cómoda. -se sienta a mi lado- Y en cuanto a lo otro. Sí, ya sé lo que pasó. O por lo menos lo supongo. No te tendría que haber dejado ir sola.
- No, -niego con la cabeza- no te eches la culpa. Yo no tendría que haber ido a la fiesta. Yo sabía lo que podía pasar, y sin embargo fui.
- Hiciste bien en ir, no te podés prohibir cosas por él.
Me paro. Me saco el vestido. No me molestaba cambiarme en frente de Lucas y a él tampoco. Tenemos una relación de hermanos. Nos cambiamos juntos más de una vez. Me pongo la remera que me dio. Me quedaba grande, como un remeron.
Mientras me estaba poniendo la remera Lucas ve, al costado de mi cuerpo, casi llegando a las caderas, un moretón. Bastante grande. Lucas levanta mi remera y lo toca. No me inmuté porque era relativamente viejo, entonces el dolor ya no lo sentía.
- ¿Esto fue él? -dice tocando con miedo.
- Sí. Un día me empujó por las escaleras. Fue sin querer, se tropezó. -saca la mano.
- Deja de justificarlo. Mira cómo te dejó la cara hoy. -me toco la mandíbula.
- ¿Se nota mucho? -Lucas asiente- No puedo ir mañana así al colegio. Me vas a tener que ayudar a taparlo.
- Siempre te ayudo a cubrir lo que él hace. Me estoy cansando. Te ayudo porque te quiero. Pero me gustaría que le pongas un freno, a él y a todo.
Nos acostamos. Lo miré y le dije 《Perdón》, él sonrío. Sentía la necesidad de demostrarle que no quise mentirle, que no me gusta mentirle. No sé qué se me cruzo por la cabeza al hacerlo. Supongo que no quise preocuparlo.
Sonó la alarma a las 7:00am. Nos levantamos. Desayunamos. Nos cambiamos. Me ayudó a maquillarme el moretón que se había formado en mi cara y salimos para el colegio.
Llegamos. Fuimos al aula y Nina ya estaba ahí.
- ¿Qué te pasó? -pregunta Nina.
- Me dijiste que no se notaba. -mire a Lucas y él solo negó- Mateo pasó. -Nina suspira.
Tocó el timbre de la primera hora. Llega Thiago, apurado. Se sienta al lado de Lucas. Termina la primera hora y salen todos al recreo. Yo me quedo adentro del aula. Thiago se sienta en donde antes estaba Nina.
- ¿Estás mejor? -me pregunta.
- Sí. Ponele. No fue una noche fácil. -sonríe- Te quería agradecer otra vez. En serio.
- No hace falta. Te dije que haría lo que fuera por vos.
- Sos muy bueno Thiago. -sonrío- El mundo tendría que tener más personas como vos.
- Me vas a hacer sonrojar. -río, leve.
- En serio te lo digo. Siempre fuiste así. O por lo menos el Thiago que conocí alguna vez. Iluminas con tu sola presencia. Lograste sacarme una sonrisa cuando sentía que se me venía el mundo abajo. Gracias, de verdad. -sonrío y pongo mi mano en su mandíbula.
- ¿Interrumpo algo? -dice Hera entrando al aula. Saco mi mano de donde estaba.
- Siempre. -sonrío falsa.
- Que pena linda. -mira a Thiago- ¿Tenés un momento Thi? Me gustaría hablar con vos.
- Sí. Claro, ahí voy -se para y me mira- Hablamos después, ¿sí? -yo solo sonrío y ellos salen.
- Ay Thi -digo imitando su voz- ¿Quién se piensa que es? Le voy a arrancar todos los pelos si se sigue haciendo la viva. Pelo por pelo. -escucho unas risas y giro.
- Verte hablar sola a veces me asusta. -dice Nina entrando.
- Es que te juro que la odio. -se sienta a mi lado- Me da bronca. Porque Thiago es muy bueno y ella muy forra. Lo va a terminar enganchando.
- Liv. Thiago está loco por vos. No le va a dar bola a ella.
- ¿Qué decís? -le hago montoncito- es un amigo nada más.
- Pero te gustaría que fuera algo más.
- A ver -la miro con intención- un beso no se le niega a nadie.
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Volver a Encontrarte
Teen FictionAsí, como hace diez años, hoy, más que nunca, prometo volver a encontrarte.