#28: Hijo por Hijo

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Días habían pasado desde el funeral del príncipe Lucerys Velaryon, y con su partida la melancolía se sentía en el aire. La alegría y las hermosas sonrisas del príncipe ya no volverian, dejando un vacío en el corazón de muchos.

Una reunión del consejo se había llevado a cabo. El príncipe del usurpador Aegon fue asesinado, y culpaban a Rahenyra de ser la persona detrás del asesinato.

Algo que desconcertaba a Aema, su madre núnca le haría algo como eso a un niño inocente.

—Esa criatura no tenía la culpa de los pecados de su padre, tíos y abuelos.

—Yo jamás haría algo como eso, ¡Mucho menos provocarle ese dolor a Helenna!

La discusión sobre el asesinato del niño siguió, hasta que la reina pidió que la dejaran a solas con su esposo.

Aema salió del lugar, escribiría una carta para su esposo, quería saber como se encontraban él y su hijo. No le agradaba estar lejos de Reigar, pero si se infiltron en el pasillo para matar al hijo de Aegon, ¿que le garantizaba que no harían lo mismo? Reigar estaba a salvo con su padre, aunque a su madre le doliera estar lejos de él.

Se sentó en su escritorio y escribió:

Para: Cregar Stark

Querido, ¿como va todo por allá?
Aquí las cosas cada vez se complican más. La bomba de tiempo quizás muy pronto termine explotando derramando sangre en el proceso. Cuida mucho de nuestro hijo, y recuerdale que mamá lo ama.

Muy pronto cuando termine esta pesadilla volveré a casa, y tendremos la princesa que tanto deseas. Cuídate vida mía, te amo.

Aema Targaryen.

Dobló la carta guardándose en un sobre, y se la dio a un cuervo para que volara hasta el norte.

Su puerta sonó y seguidamente un guardia entró a los aposentos de la princesa.

—Princesa, la reina la manda a llamar.

—Gracias Sir, iré en seguida.

Salió de lugar a un paso apresurado, no quería hacer esperar mucho a su madre. En el camino se encontró con Baela.

—¿También te mando a llamar Ema?

—Sí, vamos.

Se tomaron del brazo y caminaron juntas hasta los aposentos de la reina. Al llegar un guardia las guió y las dejó solas con ella.

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora