La reina y su primogénita volaron desde su isla hasta Harrenhal. Al llegar vieron al gran campamento de los soldados que llegaban al gran castillo, era un número de hombres considerable para ser solo un ejército aportado por las casas de los señores de los ríos.Aema esperaba que el de su esposo llegara pronto para sumar números en el lugar, y que sus posibilidades en las guerras por tierra subieran. Pues todos sabían que los verdes tenían ventaja en la tierra, pero desventaja en el aire.
Al entrar al gran salón donde todos los hombres se encontraban se quedaron observándolas. Los tres dragones se posaron el techo en mal estado para demostrar autoridad, aunque Caníbal quedó un poquito alejado por su tamaño y peso, sin embargo, no se alejó mucho de su jinete. Era un lugar desconocido, con muchos hombres desconocidos y él estaría ahí para cuidarla de cualquier movimiento sospechoso.
Los hombres abrieron camino y del fondo llegó Daemon, el príncipe consorte.
Su andar parecía imponente y los hombres lo admiraban por ello, era un hombre fuerte, inteligente y muy rudo. Sabía como pelear, como mover sus cartas y dar un espectáculo.
Se acercó a su esposa y habló. —Yo no te esperaba, el mensaje era para Aema.
La mencionada se extrañó un poco, pero decidió darles un poco más de espacio. Claro, sin alejarse mucho para poder seguir escuchando el chisme.
—Eso parece una falta de previsión. –respondió su madre quien miraba para todos lados observando todo. —Veo que has hecho bien aquí.. –hizo referencia al ejército que había conseguido.
—Son leales a mí. –respondió
La mujer se alejó un poco de él retrocediendo dos pasos, y con voz firme y elevanda respondió —¿Y tú a quien eres leal?
Su esposo se acercó y comenzó a hablar en alto Valyrio. —Este mundo no es lo que creíamos, está guerra es sólo el principio. El invierno se acerca, con oscuridad y perdición.
Aema se quedó en blanco, ¿donde había escuchado eso antes?
Juraría que ya lo había escuchado anteriormente, solo que su cabeza no la dejaba recordar cuando y quien se lo había dicho. Por más que tratara divagar en su mente, ningún recuerdo le mostraba lo que buscaba.
—Suenas como mi padre. —contestó su mamá.
Y ahí lo recordó todo. Su abuelo se lo había mencionado cuando partió al Norte. La canción de hielo y fuego que llevó a Aegon a conquistar los siete reinos, con tal de que cuando llegara el invierno un Targaryen debería estar sentado en el trono, y para eso el fuego sería su mejor aliado.
—Yo lo vi, y de alguna manera no podremos detenerlo. Aún así debemos hacerlo, ella lo debe hacer.
Sintió la mirada de Daemon dirigirse a ella, y seguido de ello su madre también lo hizo. Ambos padres observaban a su hija, quien sólo se encogió de hombros.
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Fuego Y Hielo
FanfictionEl destino de Aema, la primogénita de Rhaenyra, estaba escrito desde antes de su nacimiento. Muchos dicen creer como será el futuro de la princesa, sin embargo no todo es lo que parece y pueden llegar a pasar cosas jamás antes vistas. . . . . No tod...