#4- Dos dragones

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Los días habían pasado, y era hora de volar a King's landing

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Los días habían pasado, y era hora de volar a King's landing. En el barco se encontraba su madre, Harwin, Jace, Lucerys, Benjen y las damas de compañía. Aema y su padre volaban en sus dragones, acompañados de Vermax, Syrax y por su puesto Anyxa quien por el momento no volaba, pero acompañaba a su dueña sobre Caníbal.

Vermax podía volar bien, pero todavía no soportaba el peso de Jace, por lo que no podía ser montado.

-Se siente bien volar en un dragón propio.

-Y más si vuelas en uno tan grande tesoro. Cannibal es el segundo dragón más grande de la familia, después de Vhagar.

Padre he hija dejaron de platicar y empezaron a jugar con sus dragones en el aire.

Una idea llegó a su mente. Había escuchado como sus padres le daban la orden a sus dragones de quemar, y también quería intentarlo.

-Dracarys Caníbal. -habló determinaba.

El dragón escupió una inmensa llama, se sentía orgullosa de sí misma, cuando dijo esa palabra sintió que tenía poder, se sintió poderosa.

Tomó a su pequeña dragona en sus manos y la levantó.

-Dracarys Anyxs. -la pequeña escupió una llama de fuego color azul muy pequeña. Sin duda ambas tenían mucho que aprender, y crecer.

Debería de buscar la manera en que ellos supieran a cual de los dos va la orden.

Volvió a poner a la pequeña dragona en su hombro y siguió su camino riéndo con su amado padre.

Volar siempre la había hecho sentir viva, era muy pequeña para conocer en su totalidad el mundo, y a su corta edad apenas podía ser consiente de lo bueno y lo malo. Aún así, volar hacía que sus miedos desaparecieran, sus inseguridades calleran, y las dudas se ahogaran. Al volar se sentía libre, sentía paz.

El viaje transcurrió con tranquilidad, y por fin habían llegado a la capital.

Dejaron a los dragones en pozo dragón y se dirigieron al castillo. Le gustaba ese lugar, era lindo, sin embargo lo que hacía que ese lugar no fuera cómodo era la precensia de su tío Aegon y su madre. Le caía mal como él se dejaba manipular como un títere por su madre.

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Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora