Fuego Y Hielo

#1: Ella volvió.

Incluso en un continente donde su clima era normalmente cálido. Siempre había una que otra noche donde el viento soplaba más de lo normal, erizando cabellos y despertando la curiosidad de las personas.

Essos era un continente cálido, donde el invierno no llegaba de la misma manera, como en el Norte de Westeros. Pero cuando ese frío despertaba hacia correr la voz por todo el territorio, muchos creían la leyenda, otros, simplemente la ignoraban. Pero ninguno, la confirmaba.

—¿Bestias heladas? ¿Qué clase de leyenda es esa? —preguntó levemente intrigada.

—Una leyenda que surgió hace más de un siglo.

—Sir Jorah, ¿de que trata esta leyenda, y que tiene que ver conmigo?

—Majestad... en el 130 después de la conquista de Aegon, dos enormes bestias sobrevolaron todo Weteros y Essos hasta desaparecer. Muchos creen que escapaban de algo, otros creen que ocultaban algo. Pero...

—¿Pero?

—Todos confirman que están relacionados con su casa, majestad. Y que todavía están vivos.

—Eso es imposible, los dragones se extinguieron hace muchos años. Más de 180 años.

Daenerys Targaryen, madre de dragones se cuestionaba dicha leyenda. No sabía mucho de su casa, pero si sabía que hacía muchos años los dragones se habían extinguido a causa de una guerra entre hermanos.

¿Cómo podían estar vivos después de tantos años?

—Uno de los dragones de la conquista vivió más de 130 años, majestad. No hay que cerrar nuestra mente.

—¿Crees que sea cierto?

—No lo niego, ni lo creo. Hasta que mis ojos no lo prueben.

—En ese caso envia a inmaculados a investigar. Cuando sepan algo con más certeza yo personalmente iré.

Días pasaron sin saber nada, Daenerys se mantenía ocupada resolviendo sus propios conflictos dentro del reino al que gobernaba. Había conseguido un ejército aún más grande, y debía mantener todo en orden.

Inmaculados salieron en la búsqueda de esos dragones, Dario pago a mercenarios para que buscaran hasta debajo de las piedras. Si había rastro de más dragones, su reina los necesitaba. O si esos dragones habían escapado con sus jinetes, pudiese ser que algún Targaryen se escondiera en Essos hasta tener decendencia en el lugar.

Fuera lo que fuera, debían saberlo. Dany merecía saber más de su familia y su hogar. Viserys había huido con ella cuando apenas había nacido, no pudo aprender sus costumbres ni su historia. Su Valyrio no era como lo hablaban los Targaryen en su época de oro, no sabía mucho, y lo poco que sabía era lo que había escuchado de Viserys.

Tiempo después su investigación dio frutos, y estaban un paso más de saber la verdad, o de caer en palabrería barata.

Daenerys voló con Drogon hasta el lugar donde se rumoreaba haber visto a las bestias la última vez. Dario y Jorath la seguían en sus caballos para resguardala, aunque para eso estaba su adorado dragón.