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El amanecer había llegado

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El amanecer había llegado. El rey y la reina se marcharian a su hogar, con ellos también Aemond y su nuevo dragón.

-Te traje esto Aemond.

Aema se habían encargado de conseguir un parche para su tío.

-Gracias Ema. -sonrió

Todos ya se habían marchado, a excepción de Rahenyra y su familia

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Todos ya se habían marchado, a excepción de Rahenyra y su familia.

-¿Crees que es buen momento para volar? -habló Laenor entrando a la habitación se su hija

-Mientras sea contigo siempre es un buen momento padre. -sonrió.

-Creo que ambos necesitamos pensar, y sería mejor hacerlo en el aire.

-Tienes razón.

Padre he hija salieron del lugar en busca de sus dragones, ambos amaban sentir el aire mover sus cabellos, amaban como sus dragones salpicaban el agua con sus patas. Laenor y Aema habían hecho de esos momentos, solo suyos.

Ambos volaron pero sin alejarse mucho de Marcaderiva.

-Mi niña.

-Dime papá.

-Si algún día no estoy, búscame en el mar y en el aire.

-¿Por qué me dices eso?

-No lo sé, nosotros no sabemos cuando será nuestro final.

-Eso no pasará pa, tú y yo seguiremos volando juntos, por el cielo y por el mar.

Solo uno de ellos entendía el motivo de sus palabras.

-Aema, tus hermanos y primas dormirán en otras habitaciones

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-Aema, tus hermanos y primas dormirán en otras habitaciones.

-¿Por qué?

-Ya no están sus tíos, y además hay muchas.

-De acuerdo.

Rahenyra se marchó dejando sola a su hija quien esperaba descansar. Aema se fue a dormir llevándose en el alma lo que había hecho en el día, como había volado con su padre, como habían reído, disfrutado.

Durmió placenteramente, esperaba esa noche no soñar con Harwin como lo había hecho desde que murió, esperaba dormir tranquila sin despertar llorando, le dolía su muerte y como cada vez que veía a Jace se parecía más a él.

Las horas transcurrieron y en la madrugada se empezaron a escuchar gritos y llantos que despertaron a la niña. Aema se puso algo más cubierto y salió en busca de quien gritaba. Caminó por los pasillos sin zapatos sintiendo como el frío del suelo pasaba por todo su cuerpo haciéndola temblar.

Llegó al salón de su abuelo Corlys y lo primero que vio fue a su abuela llorandole a un cuerpo completamente quemado.

-¡¡Laenor!! -Los gritos de la princesa que núnca fue eran tan desgarradores y fuertes.

-¿Papá?

Aema no podía asimilar lo que pasaba, Laenor había muerto, su padre había muerto.

-Aema..

Tanto como Rhaenys y Corlys se sorprendieron al ver a su nieta en el gran salón parada en la puerta, con su cabello despeinado, ojos rojos y descalza.

-¡Lleven a Aema a su habitación y no dejen que vea a Leanor!- gritó el señor de las mareas.

-Nono, es mi papá, quiero verlo.

Los caballeros tomaron a la princesa quien trataba de acercarse.

-¡Abuela, ayúdame!

Aema no podía pelear con los caballeros para que la soltaran, todo lo que había aprendido sobre defensa y peleas se le había olvidado en el instante en que vio a su padre muerto. No ponía resistencia.

-Déjenla. -dijo aún en llanto su abuela.

Los hombres soltaron a la pequeña princesa quien no dudó en llegar frente a su padre carbonizado. En sus manos tomó el rostro de Laenor comenzando a derramar lagrimas.

-Papá, ¿ya no vamos a volar juntos? -habló con una voz totalmente quebrada.

Rhaenys al ver como su nieta comenzaba a llorar sin parar no dudó en abrazar al pequeño pedacito de Laenor que le quedaba. Había perdido dos hijos, pero en sus nietas veía el reflejo de ellos. Laena y Laenor vivían en el reflejo de Rhaena, Baela y Aema. No había podido proteger a sus amados hijos, ahora haría todo lo posible para cuidar a sus nietas.

Aema se levantó del suelo y dejó de abrazar al cadáver de su padre para dirigirse a su abuela.

-Todo va a estar bien abuela. Vamos a estar bien. -susurró uniéndose en un abrazo

-Ema, yo debería decirte eso a ti.

-Tú también lo necesitas. Era mi padre, pero también era tu hijo.

Ese día su corazón había sufrido la tercera y más fuerte fractura, la tercera muerte, la tercera de muchas...

El destino era algo impredecible y cada muerte, cada vida, cada lagrima y cada sonrisa solo es una pequeña parte del destino ya escrito de Aema, son las piezas que poco a poco al unirse hará que el fuego y hielo sean uno mismo durante cientos de años, pero también son las piezas que harán que el fuego y el hielo se enfrenten para ver quien reina el mundo.

¿Cuál es más fuerte?

¿El fuego logrará salir del hielo?

¿El fuego arderá con el fuego hasta derretir y desaparecer el hielo?

No lo sé, o quizás sí.

Lo que si es seguro, es que toda acción tiene un por qué.

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......

Acabo de dar pequeños spoilers sobre la verdadera trama de esta historia, y la verdadera razón del por qué empecé a escribirla. Tiene muchos significados, dejen sus teorías, y no se olviden de votar.
Nota: "El fuego arderá con el fuego" no fue un error escribir dos veces eso, como dije, todo tiene un por qué

Gracias por leer 💙

Fuego Y HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora