Rechazado

244 12 1
                                    

Capítulo 19

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 19

-Sí Fernando, voy a seguir con el tema del divorcio, ¿por qué no lo haría?

-Isabella, después de lo de ayer...

-Ayer no pasó nada Fernando, solo nos dejamos llevar, no es nada, tú estás enamorado de Paola, ¿recuerdas? No hace mucho te estabas justificando por sus constantes peleas y yo realmente no siento absolutamente nada por ti.

-Ayer en ese baño parecía lo contrario.

-Eres atractivo, no lo niego, yo sé que no soy tan atractiva como Paola, pero no soy tampoco fea por así decirlo, te podría dar una larga explicación científica sobre por qué reaccionamos así, resumámoslo en selección natural, pero no es por otra cosa, solo es cuestión de biología y fisiología.

-No entiendo lo que estás hablando.

-Solo fue una respuesta a los estímulos que tuvimos, no fue nada más.

-¿Escuchaste lo que te dije en el auto?

-Sí 

-¿Y qué tienes que decir respecto a eso?

-Que deberías hacerte una tomografía para ver si hay algo mal en tu cerebro, mira, tal vez solo estás confundido, date una ducha fría y reflexiona, pon tus ideas en orden, verás que no es nada.

-No tienes idea de cuantas duchas frías me he dado por tu causa.

-¿Por mi causa?

-De verdad a veces pareces muy astuta y otras muy inocente, no sé si lo último solo lo finges.

Llegó la mesera con nuestro desayuno, cuando me entregó el mío casi me lo tiró y me hizo mala cara, supongo que está molesta porque estoy aquí sentada con Fernando.

-Isabella, yo no sé qué me pasa contigo, pero lo quiero descubrir.

-No entiendo por qué me lo estás diciendo.

-Sé que cuando nos casamos yo te gustaba.

-Sí, ¿y?

-Hace rato dijiste que era atractivo, si ambos nos gustamos...

Casi escupo mi café.

-Detente ahí, admitir que alguien es atractivo, no quiere decir que te gusta, hace rato también dije que Paola es atractiva, reconociendo sus atributos físicos, y créeme, ella no me agrada ni un poquito.

-No creo que haya dejado de gustarte.

-Vaya que eres arrogante Fernando, ese barco ya zarpó, era inmadura y tonta, créeme, después de todo lo que hiciste en ese entonces entendí que no importa cuánto te guste alguien, hay cosas que no debes tolerar, como que se atrevan a golpearte, desde ese día no te volví a ver de la misma manera.

-Isabella, yo siento eso.

-No importa, eso me ayudó a darme cuenta de muchas cosas y me ayudó a ser valiente, no estaría donde estoy hoy y nunca hubiese tenido el valor de pedirte el divorcio, tal vez me hubiese asustado perder la herencia de mi padre, y te hubiese soportado muchas más humillaciones de las que soporté, si me preguntas si me gustas, realmente no, no me quiero quedar a tu lado, el día que Paola regrese volverás corriendo con ella, ella es a quien amas, yo no regresé porque te quiera a mi lado, lo hice porque quiero el divorcio, ahora si me permites, tengo que irme.

Mi niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora