Muchos podrán pensar que mi vida fue privilegiada, pero no todo fue color de rosas para mí. Mi madre falleció cuando yo apenas tenía dos años, mi padre y mi hermano mayor no se sintieron capaces de criarme y me enviaron a un internado desde muy temp...
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Capítulo 10
Al llegar al hospital después del drama de esta mañana, pensé que sería un día normal, pero no lo fue.
Estaba en la estación de enfermería revisando unos expedientes cuando Michelle, una amiga que había hecho en el internado, llegó junto a mí con un café, los saludé como siempre.
-Buenos días.
-Mi querida Isabella, tenemos algo que preguntarte mi niña - era la manera en la que me decía de cariño Michelle, ya que ellos eran unos 6 años mayores que yo, pero aun así eran mis mejores amigos- quiero que me expliques esta fotografía.
Me mostró la fotografía de hace una semana en el evento donde besé a Fernando.
-No hay nada que explicar Michelle, fui a un evento con mi esposo.
-A mí no me engañas mi niña, conozco esa historia y tú solo estás casada en un papel, como es que de repente van a eventos juntos y se besan en público, ¿no querías ser libre y divorciarte?
-Vamos a hablar de esto a otro lugar, ¿quieres?, te contaré pero en otro lugar.
La llevé a la sala de descanso de los especialistas y le conté todo el plan que hice con mi suegro y porque estoy haciendo esto.
-Isabella, ¿estás segura de que eso va a funcionar?, no lo sé, ¿no terminarás lastimada?
-No Michelle, tranquila, Fernando no mueve nada en mí ni un cabello, además, no va a ser por mucho tiempo, una vez que el firme el divorcio no lo volveré a ver.
-No sé qué hacer contigo, por cierto ¿has visto a Joseph?
-No, ¿por qué? De hecho es extraño, esta semana no lo he visto para nada, he atendido varios traumas, pero siempre me toca con otro ortopeda.
-Isabella, Joseph vio estas fotos, tú sabes lo que él siente por ti, seguramente cree que ahora estás con tu esposo.
-Michelle, él sabía desde el principio que yo estaba casada y no le podía corresponder, tal vez lo mío con Fernando solo es un tonto papel firmado, pero yo no soy él, mientras tengamos ese papel de por medio yo no puedo corresponder los sentimientos de nadie, yo no voy a ser infiel en este matrimonio.
-No entiendo por qué le eres fiel a tu esposo, él desde el primer día te restregó en la cara a su amante, reacciona Isabella.
-Yo tampoco me entiendo, créeme, hablaré con Joseph, no quiero perder a mi amigo después de todo, le contaré mi plan, tal vez me odie un poco menos después de que lo sepa.
Terminamos de hablar. El día transcurrió con normalidad, pero tenía que hablar hoy con Joseph.
Lo intercepté al final del día, me costó convencerlo de hablar conmigo, pero al fin accedió así que lo llevé a un bonito y elegante restaurante a cenar.
