Muchos podrán pensar que mi vida fue privilegiada, pero no todo fue color de rosas para mí. Mi madre falleció cuando yo apenas tenía dos años, mi padre y mi hermano mayor no se sintieron capaces de criarme y me enviaron a un internado desde muy temp...
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Capítulo 20
POV Fernando
Llegamos a casa, Isabella subió y yo detrás de ella, su habitación es la primera del pasillo, antes de que entrará la tomé del brazo, ella volteó a verme.
-Ahora qué Fernando.
-Isabella, todo lo que dije es en serio.
Me acerqué más a ella y la acorralé contra la puerta.
-Fernando, estás ebrio.
-No lo estoy, te lo aseguro, ya lo pensé.
-Sabes, podemos tener esta conversación después, estoy cansada.
No podía dejar de ver sus labios, no me resistí más y la besé, al principio puso resistencia, pero después correspondió al beso, abrí la puerta y la levanté, colocó sus piernas alrededor de mí y enredó sus dedos en mi cabello, la llevé a la cama y la deposité con cuidado, besé su cuello, creo que fue mala idea dejar sus labios.
-Fernando, ¿puedes detenerte?
-¿Por qué? - seguí besando su cuello y una mano a su pecho.
-Estás ebrio, mañana te vas a arrepentir de esto.
-Isabella, te aseguro que no estoy ebrio - le dije separándome de ella para verla a los ojos.
-Está bien, te creo, pero tengo varias horas sin dormir, yo soy la que no está pensando claro.
Suspiré.
-Está bien, no haremos esto, ¿puedo quedarme esta noche aquí al menos?
Me miró dudosa.
-De verdad deberías ir al médico.
-Isabella.
-Está bien, solo con que me dejes dormir, no me importa si te quedas aquí.
Me hizo a un lado y se levantó.
-A donde vas, si te pedí quedarme aquí es porque me quiero quedar contigo.
-Si entendí, no voy a dormir con esta ropa, voy a ponerme pijama.
-Está bien - Sonreí y ella puso los ojos en blanco.
Me quité la camisa y el pantalón, quedando en ropa interior, cuando entré al baño ella estaba terminando de abotonar su pijama, me miró con el ceño fruncido, se veía adorable.
-Qué crees que haces Fernando.
-Cepillar mis dientes, ¿tienes un cepillo extra o uso el tuyo?
-Tu habitación está al final del pasillo Fernando.
-Bueno, usaré el tuyo.
-No te atrevas.
Abrió un armario y sacó un cepillo, sabía que tenía extras, tomó el de ella y también se cepilló los dientes, después salió del baño y yo detrás de ella, nos metimos en la cama, me acerqué para abrazarla pero me detuvo.