Capítulo 8
Fernando es un fastidio, subí con mi suegro para darle el informe de lo sucedido, hoy tuve un día ocupado y no he podido ir a verlo. Al entrar en su habitación me recibió muy alegre.
-Isabella querida, ¿cómo has estado?
-Muy bien señor Thompson, disculpe por no venir antes, hoy tuve un día ocupado.
-lo entiendo querida.
Hablamos un rato y le conté todo lo sucedido en la fiesta y hace rato con Fernando, al parecer sus sospechas eran ciertas, Fernando se iba a divorciar de mí apenas él muriera, pero el contrato que firmamos se lo iba a impedir, por lo que tenía que apresurar un poco las cosas para que Fernando no esperara hasta la lectura del testamento si no, no me iba a dar mi libertad, no al menos en los próximos 5 años. Después de mi plática con Fernando el señor Thompson y yo decidimos que debíamos avanzar a la segunda fase del plan lo antes posible, me explicó que la casa donde vive Fernando es tanto de él como mía, está a nombre de los dos, ese fue el regalo de bodas del señor Thompson para mí, además me dijo que dentro del contrato había otra cláusula aparte de los 5 años, todos los beneficios que se obtuvieron para ambas familias de mi boda con Fernando estaban a mi nombre, dice que a mi papá al inicio le pareció extraño que el señor Thompson pusiera esa condición sin beneficiar a su hijo, pero este le dijo que eso era para compensar la juventud que me estaban arrebatando, ya que él fue el que decidió adelantar la boda y aun si me divorcio antes de los cinco años todo eso sigue siendo mío, no me gustó tanto la idea a decir verdad de tener todo eso, los negocios no me interesan, pero en algo tenía razón mi suegro y es que para luchar con Fernando iba a necesitar dinero, no era tanto como al que tenía acceso él en este momento, pero era una buena suma, me entregó los documentos de acciones, empresas y propiedades que se adquirieron gracias a la boda, además de una cuenta de banco a mi nombre de las ganancias de estos 6 años con varios cientos de millones de dólares.
La fase dos dio inició una semana después de que Fernando fuera al hospital, hice algunos arreglos porque tenía que mudarme de nuevo a mi casa con Fernando.
Decidí llegar temprano en la mañana para poder ser recibida por mi esposo y su querida. Llegué a la mansión, me acompañaban algunos guardaespaldas que el señor Thompson había puesto a mi disposición, estar bajo el mismo techo que la gata de Paola podía ser peligroso.
Al llegar a la entrada principal le dije a la empleada que era Isabella Thompson, la esposa de Fernando, esta dudó un poco antes de dejarme pasar, pero lo hizo, conduje hasta la casa, no había estado aquí en mucho tiempo, no tengo buenos recuerdos en esta casa.
Bajé del auto con un par de maletas, las otras las traían los guardaespaldas y procedí a entrar.
-Hola querido, he vuelto - grité apenas atravesé la puerta, me quité las gafas de sol que traía - oh, vine a buena hora, veo que es hora del desayuno - lo supe porque Fernando y Paola venían del comedor.
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Mi niña
Teen FictionMuchos podrán pensar que mi vida fue privilegiada, pero no todo fue color de rosas para mí. Mi madre falleció cuando yo apenas tenía dos años, mi padre y mi hermano mayor no se sintieron capaces de criarme y me enviaron a un internado desde muy temp...