Hasta que llegas

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Capítulo 31

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Capítulo 31

Justo cuando Fred terminó de decir eso, se escuchó un golpe seco en la puerta, este sacó un arma de detrás del pantalón, me apuntó a la cabeza y se puso detrás de mí.

Teo entró junto con el resto de los agentes a nuestro servicio y apuntaron a Paola y a Fred con armas.

-Vaya, hasta que llegas.

-Lo siento doctora, tuvimos más retrasos de los previstos, ese golpe me dejó muy mareado - me contestó Teo.

-Así que nuestra chica lista nos preparó una emboscada, ves Paola, por eso Fernando te dejó por ella - dijo Fred acercando más el arma a mi cabeza.

Mientras Fred contaba su tonta historia que apenas escuché, del brazalete que Giovanni me dio saqué una pequeña cuchilla que traía incrustada en caso de emergencia, me costó cortar la brida para cables con que me sujetaron las manos, pero lo logré, ni el brazalete ni el collar me los pudieron quitar porque su sistema de cerrojo es como el de Cartier, se necesita una herramienta especial para abrirlos. En cuanto a las piernas, el idiot* de Fred me las había soltado mientras me las manoseaba.

A mí nunca me gustó andar con guardaespaldas, me parecía que eso llamaba más la atención, así que hice un trato con papá, yo no tenía guardaespaldas, pero a cambio aprendería defensa personal, nunca me había servido hasta hoy.

Le di un golpe en el estómago a Fred con el codo mientras le pisaba el pie con fuerza para quitarle el arma de las manos, todo de manera rápida, este se sorprendió por el hecho y me miró con los ojos como plato mientras le apuntaba con el arma caminando de espaldas hacia Teo.

-Te dije que la matáramos idiot* - le gritó Paola, quien tenía las manos en alto desde que llegó Teo - Ahora todo se fue a la basura.

-Teo, ¿te puedes hacer cargo de ellos por favor?

Dicho esto, el equipo de Teo sometió a Paola y a Fred para llevarlos a la policía, yo también fui para dar mi declaración y mostrar las pruebas que los inculpaban de secuestro. Papá presentó muchos más delitos para hacer que se pudrieran en prisión, entre ellos robo, estafa y malversación de fondos por contar algunos.

Estaba dando mi declaración cuando Giovanni y Fernando llegaron, se veían aterrados, pero cuando me vieron pude ver alivio en su mirar, ambos caminaron furiosos hacia mí

-Isabella - dijo Giovanni en un tono muy molesto.

-Giovanni, deja a tu hermana, ella se encargó de la situación - le dijo papá.

-¿Sabes el peligro en el que se puso acaso papá?

-Sí, por eso no la dejé sola en ningún momento, al igual que Teo, ella es una chica lista y solucionó sola lo que ustedes dos no pudieron hacer en semanas, los llamé a ambos para que declararan, no para que molesten a Isabella y la regañen por lo que ya está hecho.

Mi niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora