Las clases habían terminado. Jouno y Tetcho se encontraban caminando directo a sus casas hasta que el castaño rompió el silencio que había.
—¿Qué pasó mientras yo estuve en detención? —interrogó.
—Nada interesante —mintió.
—¿Seguro?
—Seguro, Tetcho.
—¿Entonces, por qué me dijeron que te echaron basura encima?
El albino detuvo su caminata. Estaba seguro de que Teruko y Tachihara le habían dicho, cosa que maldecía porque el castaño era alguien que no se conformaría sólo con lo ocurrido, sino que buscaría solucionarlo.
—No sé de que hablas —mintió, otra vez, mientras reiniciaba su caminata.
—Jouno —lo tomó de la mano para detenerlo —. Dime, por favor... Quiero saber la verdad.
El de mechas rojas se quedó callado unos segundos hasta que soltó un suspiro.
—Fué Yuan quien lo hizo —empezó a hablar —. Dijo que la basura tenía que estar con la basura y... Pues ya sabes el resto —volvió a caminar.
—Le voy a partir la cara a esa chica.
—No —sentenció —. Tú no harás eso, Tetcho Suehiro.
—Tengo que defenderte de alguna forma. O, al menos, decirle a algún maestro o...
—¡No! Todo menos a un maestro —volvió a detenerse.
—¿Por qué?
—Porque llamarían a mis padres y... —se quedó callado —. Olvídalo —siguió caminando.
—Jouno —lo volvió a detener —. ¿Qué pasa? Sabes que puedes decirme —tomó ambas manos del albino.
El chico se quedó pensando unos segundos hasta que decidió agarrar al castaño y arrastrarlo a un callejón que estaba cerca de ellos. Si iba a decir todo lo que pasaba, quería decirlo en privado.
Tetcho se quedó confundido un momento, pero entendió al ver que Jouno se sentaba en el piso del callejón mientras pegaba sus rodillas a su pecho y las abrazaba, así que se sentó a su lado.
—Si llaman a mis padres, mi mamá se preocupará, y ahora no es momento para preocuparla —habló —. No quiero agregar otro problema a nuestras vidas, Tetcho, ya tenemos suficiente con mi padre. Simplemente, no quiero ser otra carga para ella...
—No eres ninguna carga —se acercó un poco más a él —. Si hay algo en lo que pueda ayudar, dime y con gusto te ayudaré.
—No es necesario —mencionó —. Bueno, al menos, yo no necesito ayuda, pero mi mamá... Ella está mal, Tetcho, finge que no, pero yo sé que está cansada de toda esta situación.
El de ojos ámbar casi no entendía, pues el albino nunca le había contado sobre la situación en su hogar. Aún así, haría todo lo posible para ayudarlo.
—¿Qué situación? —preguntó, curioso —. Si puedo saber, claro
Jouno tomó aire y soltó un leve suspiro para seguir.
—Mis padres no están tan bien que digamos. Mi mamá siempre trabaja y se esfuerza para llevar dinero a la casa, mientras que mi padre lo único que hace es beber, fumar y ser un flojo todo el tiempo —respondió, intentando ocultar pequeñas lágrimas que salían de sus ojos —. Yo tengo que hacerme cargo de la limpieza en la casa, pues no quiero que mi mamá también haga esa parte...
—Oh, Jouno... ¿Por qué no me habías dicho antes? Podía haberte ayudado antes de que las cosas empeoraran —lo rodeó con el brazo —. Yo puedo ayudarte a limpiar, así no te cansarás mucho.
—Gracias por ofrecerte, pero no creo que mi padre lo acepte... La otra vez que mi madre me intentó ayudar, terminamos los dos siendo golpeados —soltó una pequeña risa para aliviar el ambiente y que Tetcho no se lo tomara enserio.
Pero el castaño se preocupó más por el más bajo. ¿Acababa de decir que lo golpeaban? Se puso a analizar al chico, notando que siempre utilizaba algo de manga larga aunque hubiera calor.
Eso le hizo preocuparse aún más. Quería ayudar a su amigo, pero también quería que el contrario le dijera lo que podía hacer para ayudarlo, aunque sería algo difícil.
Después de unos segundos de silencio, abrazó al contrario. Quería consolarlo, pero no sabía que decir para no empeorar las cosas.
—Lamento que no te haya preguntado antes... Tal vez hubiera habido diferencia si me hubiera dado cuenta antes y...
—Dudo que hayas podido hacer alguna diferencia —ocultó su cabeza en el cuello del castaño —. Pero gracias por escucharme...
Fue cuestión de segundos para que el albino empezará a llorar sin explicación. Ya estaba cansado de todo eso, no quería seguir viviendo así.
Lloraba y lloraba, algo que casi nunca hacía enfrente de alguien porque podía verse débil. Pero se sentía seguro con Tetcho, sentía que podía llorar y no ser juzgado.
—N-no quiero volver a mi casa, Tetcho... No si él está ahí, pero... —sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
—Ey, tranquilo —tomó su rostro con ambas manos —. Puedes quedarte esta noche en mi casa o puedo quedarme contigo.
—No quiero ser una molestia en tu casa. Tampoco quiero que gastes tu tiempo en estar en mi casa.
—No es ninguna molestia —acomodó el cabello del contrario —. A mi mamá no le importará si me quedo a dormir contigo.
—Entonces... Creo que sí puedes quedarte a dormir... Sólo si enserio quieres.
—Claro que quiero —soltó una pequeña risa —. Haré todo lo posible para que te sientas mejor —acarició su mejilla.
Sus rostros estaban demasiado cerca, al igual que sus labios. El castaño dirigió su vista hacia los labios del albino, pero se contuvo para no besarlo.
Ya había cometido el error de darle un beso en la mejilla antes, no se iba a arriesgar a hacer otra cosa por el estilo.
—Creo que es hora de ir a tu casa —se levantó del piso y le ofreció su mano al chico —. Es mejor llegar antes de que se haga tarde.
El albino sólo asintió y tomó la mano de Tetcho para levantarse. Ambos empezaron a caminar rumbo a la casa del chico, ya casi anochecía, así que tenían que apurarse.
En el camino, el castaño le informó a su madre que pasaría la noche con el albino, no dió muchos detalles, pero consiguió el permiso de su madre.
Ahora sólo faltaba que el padre de su amigo no lo sacara a patadas de la casa.
◇✦♡「 𝙲𝙾𝙽𝚃𝙸𝙽𝚄𝙰𝚁𝙰́ 」♡✦◇
AQUÍ UN NUEVO CAPÍTULO. Espero y les haya gustado. No se olviden de comentar y votar si les está gustando la historia.
Nos vemossss.
Próximo capítulo: 11 de agosto.
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¿Me seguirías amando si...? [Suegiku]
FanfictionTetcho y Jouno son mejores amigos desde preescolar. Todo cambia cuando entran a la secundaria, pues empiezan a darse cuenta de que sienten atracción por el otro, pero prefieren quedarse callados para no arruinar su amistad. Es hasta la preparatoria...