31: Cena con los suegros.

50 4 0
                                    

Ya era de mañana, y Jouno se encontraba despertando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya era de mañana, y Jouno se encontraba despertando. Recordó lo que había pasado el día anterior, cosa que ni él se pudo creer. Había arreglado las cosas con Tetcho, y... Bueno, ya se sabe lo que pasó después.

Sintió a su novio abrazándolo por la cintura, aún dormido. El albino acarició su cabello, aprovechando que no lo podía ver, al igual que depositó un pequeño beso en la frente del más alto.

—¿Siempre hacías eso cuando dormiamos juntos?

Se sobresaltó al oír la voz de Tetcho, quien estaba despierto.

—¿D-desde cuando despertaste, idiota? -su rostro se volvió rojo.

-Desde antes de que me dieras ese besito -acarició su mejilla -. Eres adorable y cariñoso cuando no te veo, ¿no es así?

-N-no sé de que hablas -se cruzó de brazos y desvío su cabeza -. Yo no te di ningún beso -intentó negarlo.

-Hagamos como que te creo -lo abrazó contra su pecho y le dió un beso en la mejilla -. ¿Puedes caminar?

-No lo sé -intentó levantarse pero un dolor en las caderas se lo impidió -. ¡Puta madre! -volvió a sentarse en la cama -. Eso es un no.

Tetcho volvió a tomarlo por la cintura y lo tumbó en la cama para pegarse aún más a él. Le gustaba abrazar al albino, y al albino le gustaban las muestras de cariño por parte del castaño, aunque no lo admitía.

El castaño comenzó a dejar pequeños besos en el rostro del albino, quien parecía un tomate por cada acción de su novio. Acarició el cabello del más bajo, dándole mimos mientras repartía más besos pero ahora en su cuello.

-Te amo -dijo para después dejar un beso en su cabeza -. Te amo -dejó otro beso en su frente -. Te a...

-Ya entendí, idiota -le dió un pequeño golpe -. Yo también te amo -se acurrucó en el pecho del más alto.

Tetcho se tomó algo de tiempo para observar a su novio, éste sólo tenía puesto una camisa del castaño y su ropa interior. Se veía hermoso, según el de ojos ámbar. También tenía unos pequeños "moretones" en su cuello, los cuales podrían llegar a ser visibles.

Acariciaba el cabello del albino pero dejó de hacerlo al sentir la necesidad de besarlo, por lo que lo tomó de la cintura y lo subió a sus piernas.

-¿Qué haces, idio-? -fué callado por los labios del contrario contra los suyos -. ¡Oye! Avísame si vas a hacer eso.

-Lo siento -volvió a besarlo.

Jouno pasó sus brazos detrás del cuello del más alto, acercándose más al contrario. Tetcho se aferró más a la cintura del más bajo para tumbarlo en la cama y colocarse encima del de mechas rojas.

Bajó a su cuello para dejar algunas mordidas y otra marca morada en el lado del cuello donde no había dejado el día anterior.

-Tetcho... -tomó al chico por el cabello.

¿Me seguirías amando si...? [Suegiku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora