6: Secundaria y salida de amigos.

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Dicen que la secundaria puede llegar a ser, tanto la mejor etapa de tu vida, o la peor, aunque también puede darte igual

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Dicen que la secundaria puede llegar a ser, tanto la mejor etapa de tu vida, o la peor, aunque también puede darte igual.

Y así era con Jouno. Un nuevo ciclo escolar comenzaba en la secundaria, y él aún no entendía como seguía vivo con el caos que se genera a estas alturas.

—¡Miren quien llegó! —exclamó Teruko, acercándose a Jouno —. Estás cambiado, ¿eh? Ahora pareces un sonámbulo.

—No te burles, Teruko —le dijo Tachihara.

—Para mí, aún se sigue viendo bastante bien —comentó Tetcho.

—A veces pienso que todos son unos cabeza hueca, pero hay momentos en los que estoy seguro de que lo son —empezó a caminar por el pasillo.

Los tres chicos empezaron a seguir al de mechas rojas, quien pareció estarlos ignorando. Él siempre fué así, ya todos se habían adaptado a su personalidad, y sabían que seguiría siendo lo mismo después de regresar de vacaciones.

Aunque había uno en especial que no detestaba la actitud del albino: Tetcho. Para él, Jouno era un chico increíble, era serio y orgulloso, sí, pero lo quiso de todas formas.

Por otro lado, Jouno consideró al azabache un chico desagradable, tonto, alguien que siempre le llevó la contraria, lo único bueno de él era ser guapo.

Él consideró que lo era, pues siempre escuchó a todas las chicas babeando por el de ojos ámbar, al igual que presenció a muchos y muchas intentando tener algo con el castaño, pero, obviamente, el chico los rechazaba.

—¡Oye, Tetcho! —lo llamó la pelirroja —. Escuché que andan diciendo muchas cosas de tí. Dicen que estás más guapo —informó, colocándose enfrente de él con pequeños saltos.

—¿Enserio? —preguntaron al unísono Tetcho y Jouno.

—¿Qué le ven a él? —preguntó con un tono de desagrado el albino.

—Algo que tú no puedes ver —le respondió el azabache.

Al escuchar lo pronunciado, el de mechas rojar se lanzó contra el más alto, pero justo el timbre que indicaba que empezaron las clases sonó.

Tuvo que dejarlo para dirigirse al salón, en el cual iban los cuatros. Ya lo iba a matar después, en la salida, muy probablemente.

✶◇✮◇✶

—No tengo dinero para mi comida.

La chica se empezó a quejar con su amigo pelirrojo sobre su falta de dinero. Tachihara sólo la miraba mientras aún tenía algo de ramen colgando de su boca.

—¿Y qué quieres que haga? —preguntó, aún comiendo el ramen.

—¡Pues que me compres algo!

¿Me seguirías amando si...? [Suegiku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora