24: Primera cita.

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En las primeras citas, existen dos tipos de personas

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En las primeras citas, existen dos tipos de personas. La número uno: las que se entusiasman demasiado y se exceden de más con la organización. La número dos: las personas que se mueren de nervios y no tienen la menor idea de lo que tienen que hacer o decir en una cita.

Para la desgracia de Jouno, él era de las segundas personas.

Decir que estaba nervioso quedaba corto, se estaba muriendo de los nervios. Nunca había tenido una cita, por lo que no tenía nada de experiencia en esas cosas, Tetcho tampoco, pero él sí se ponía a investigar sobre esos temas; por otro lado, él no.

Miles de preguntas se hicieron presentes en la mente del albino. ¿A dónde irían para la cita? ¿Qué tenía que decir? ¿Tenía que hacer algo en específico? ¿Iban a tener que ser románticos y cursis? Esa fué su mayor preocupación, pues eso de ser romántico nunca fué lo suyo. Pero, lo más importante que se preguntó, ¿Tetcho le daría tiempo para cambiarse? No pensó ir así como estaba, sólo tenía puesta una camisa blanca y un short negro, no podía ir así a una cita, mucho menos a su primera cita.

Tetcho, por otro lado, tenía puesta una camisa blanca con una chamarra color negro encima, además de llevar puesto un pantalón color verde oscuro y zapatos negros. Él sí estaba presentable, aunque, obviamente, Jouno no podía verlo, pero imaginó que el castaño estaba arreglado, aunque sea, mejor que él.

—¿Puedo cambiarme primero? -preguntó, con un poco de timidez.

-Claro -respondió el castaño, quien, unos segundos después, alzó su rostro para ver la ventana del cuarto del albino -. ¿Vas a poder subir?

-Supongo -se acercó al árbol al lado de su ventana -. Si subo por el árbol, llegaré -mencionó, tocando el tronco del mismo -, al menos que a alguien se le ocurra romperse... -habló entre dientes con un poco de rencor hacia el árbol por haberlo hecho caer por una de sus ramas cuando intentó bajar.

El de ojos ámbar soltó una pequeña risa al ver al de mechas rojas discutir con el árbol. Se veía lindo.

-Bueno, aquí te espero -se recargó en la pared, cruzando sus brazos.

Jouno sólo asintió para comenzar a subir por el árbol, rezando internamente para que dicho arbolito no se le ocurra tener otra rama a punto de romperse, ya había tenido suficiente con sólo una caída.

Llegó en perfecto estado a su habitación, la cual seguía tal cual la había dejado, no parecía haber rastros de que alguien hubiera entrado. Se dirigió a su closet para buscar alguna ropa decente. No tenía la ropa más elegante para una cita, pero sabía que ser elegantes no sería necesario, las cosas nunca fueron así con Tetcho, a quien le gustaban las cosas elegantes y románticas, sí, pero también prefería las cosas simples, un poco más parecido al estilo del albino.

Decidió ponerse una camisa blanca con un suéter de color rosa y con la capucha y mangas color crema encima, al igual que un pantalón de mezclilla y unos tenis color blanco. Pensó ya estar listo así, pero un pensamiento llegó a su mente, el cual decía que sería una buena idea ponerse su típico arete, el cual ya no había usado por críticas de su padre. No lo pensó mucho y se lo colocó en su oreja derecha. Ahora estaba listo.

¿Me seguirías amando si...? [Suegiku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora