¿Me seguirías amando si...? [Suegiku]

37: Una despedida dolorosa.

El viento soplaba débilmente. El silencio se apoderaba del lugar donde una triste y dolorosa despedida ocurría. Las personas vestidas de luto rodeaban lo que era la tumba del albino, la cual estaba decorada con varias flores hermosas como él lo había sido en vida.

El ambiente era doloroso, la pérdida de alguien a quien amaste toda tu vida era extremadamente dolorosa, eso era lo que Tetcho y los demás conocidos de Jouno experimentaban en ese momento.

Las lágrimas no tardaron en aparecer cuando vieron la lápida del de mechas rojas, dolía como había dolido ver el cuerpo del chico en aquel ataúd. Sin respiración. Sin expresiones. Sin vida.

Nadie podía aceptar ese momento, ese momento el cual los estaba matando de dolor. Duele perder a un amigo o a una pareja, pero duele más perder a un hijo, mucho más si era el único.

Ese dolor era el que Ren estaba sintiendo, no podía aguantar todo el sufrimiento que conllevaba el perder a su único hijo. Las lágrimas reflejaban el profundo dolor de la mayor, uno demasiado doloroso.

El cielo comenzaba a nublarse, dando a entender la llegada de una posible tormenta. El viento soplaba más fuerte, el ambiente era helado, muy helado. Todo parecía estar pintado de tonos grises, el cielo y la ropa negra de los invitados hacían contraste con dicho entorno.

Las primeras gotas de lluvia se hicieron presentes después de unos minutos, las gotas podían reflejar muy bien las lágrimas de los presentes, primero caían lentamente para después comenzar a caer con más fuerza hasta crear una tormenta de emociones.

Los recuerdos. Las risas. Los momentos. Todo. Cualquier cosa que involucrara a Jouno causaba un remolino de emociones en los invitados.

—Él... El fué un buen hijo —Tetcho inició una conversación con la madre de su novio fallecido —. Siempre me dijo lo mucho que la amaba...

—Claro que lo fue —secó sus lágrimas —. Era maravilloso y considerado... Siempre se preocupó de que yo estuviera bien y... —soltó algunos sollozos.

El contrario abrazó a la mayor, intentando darle consuelo con esa simple acción. Le dolía la pérdida de Jouno, sí, pero sabía que a Ren le dolía más, Jouno era su único hijo, eso era justificación para su enorme dolor.

La ceremonia siguió bajo la lluvia, a nadie le importaba el clima en esos momentos, ese evento valía la pena sin importar las condiciones climáticas, valía la pena porque era algo que trataba sobre Jouno...

Y Jouno siempre iba a valer la pena. Vivo o muerto, siempre iba a valer toda la pena.

◇✦♡「 𝙲𝙾𝙽𝚃𝙸𝙽𝚄𝙰𝚁𝙰́ 」♡✦◇

Muy corto, lo sé, pero con esto da mayormente finalizada la historia, sólo falta el epílogo y, posiblemente, el final alternativo.