8.

371 33 3
                                    

El tema me había rondado en la mente durante toda la tarde, si antes no prestaba mucha atención a las clases, ahora menos. Akadia evitaba mirarme durante el corte de clases, mientras que yo la buscaba con la mirada siempre que la perdía de vista. Esto estaba yendo demasiado lejos, pero parecía que yo no quisiera parar.

—Puedo llevarte, si quieres. —La voz de Jake me hizo despegar la mirada de la entrada.

—Ah, no lo sé. —Lo miré.

—¿Estás esperándola de nuevo? —Levantó una ceja, negué ligeramente con la cabeza.

—¿Por qué habría de hacerlo? —Frunci el ceño, levantó los hombros.

—Actuas raro cuando ella está cerca. —Sonrio.

—Claro que no. —Respondi nervioso, claro que actuaba raro.

—Claro que sí, Ethan. —Rió. —Es como si te gustara en serio. —Volvo a levantar la ceja, quise reír para fingir demencia, pero fallé.

—No es que me guste. —Me rasqué la nuca.

—¿Entonces?

—Ya sabes, matemáticas. —Me mordi la mejilla por el interior.

—Ajá, claro. —Sacó las llaves de su bolsillo. —¿Te llevó o no?

¿Por qué seguía esperando verla salir entre toda la multitud? Prácticamente estuvo evitándome desde que volvimos del campo detrás de la pista, ¿por qué tendría que esperarla? Más bien, ¿qué es lo que esperaba de ella?

—Vamos. —Le dije mientras me acomodaba la mochila.

El camino a mi casa no fue silencioso, Jake tenía esa música de marihuanos que te hacía sentir como si realmente estuvieras drogado. Cantábamos y “bailabamos” cada canción que su estéreo tocaba, disfrutaba mucho el tiempo con mi mejor amigo. Cuando llegamos, me despedí de él y le agradecí, obviamente. Entré a casa y tiré mi mochila en la sala de estar, no me preocupaba lo que fuera a decir mi padre porque cuando él llegaba del trabajo, todo ya estaba recogido. Cuando me preparaba para ducharme, el timbre sonó, así que fui rápidamente hasta la entrada y abrí.

—Oh, vaya, que sorpresa. —Le dije atónito.

—Lo sé, es solo que olvidé decirte algo. —Se sonrojó.

—¿Quieres pasar? —Le pregunté amablemente, pero negó con la cabeza.

—Tengo algo de prisa. —Susurró.

—¿A dónde irás? —Frunci levemente el ceño, ella agachó la mirada y lentamente la volvió a mí.

—Saldré un rato, ya sabes, con Kyle. —Sonrió, pero pude notar que estaba nerviosa.

—¿Segura que saldrás con él, Akadia? —Se pasó la lengua entre los labios ante mi tono.

—Sí, estoy segura. —Sonrió de nuevo. —Quería decirte que no le digas a nadie sobre lo que te dije hoy en la mañana, ni a Jake ni a nadie, por favor, Ethan. —Sus ojos se pusieron algo rojos, supuse que tenía ganas de llorar.

—Tú no te preocupes por eso, de cualquier manera eso estará en tu pasado, recuerda lo que te dije. —Volvió a sonreír, pero esta vez parecía frustrada.

—Ethan, tú no quieres hacer eso. —Negó.

—Por supuesto que sí quiero, ¿sabes por qué? Porque eso te hace daño, y yo no quiero verte sufrir.

Me miró por unos segundos, luego se dio la media vuelta y se fue, nuevamente me quedé petrificado viendo como se iba-huía de mi casa, o más bien de mí. La vi subirse en una camioneta café, quizá era de su hermano, porque yo hablaba en serio acerca de pagar sus gastos y de su madre. Sí, yo no era su papá para hacer esas cosas, pero ella tenía necesidades al igual que su madre, y su método no es sano, aunque ella sienta que lo es de alguna manera, económicamente hablando. El dinero no era problema en la familia Dolan, y menos si se trata de gastarlo en alguno de los hijos.

***

—¿Papá? —Dije antes de entrar a su habitación.

—Pasa, Ethan. —Se quitó los zapatos. —¿Qué pasa?

—Eh, pá, quiero preguntarte algo. —Dije tímido.

—Adelante. —Sonrio.

—Eh, quiero ahorrar un poco para pagar mis clases de manejo, y pensé que podrías subirme la mesada. —Comencé a tronar mis dedos, estaba muy nervioso, no sabía qué respondería.

—¿Exactamente cuánto necesitas? —Frunció el ceño.

—Ah, no lo sé, tal vez veinte dólares más. —Me mordi el labio, abrió los ojos como platos.

—Uau, eso no es tanto como esperaba, ¿qué te parece treinta? —Volvió a sonreír. Vaya, no sabía cómo sentirme al respecto.

—Uh, bien, mejor. —Reí por lo bajo.

—Bueno, entonces comenzaremos la próxima semana. —Volvió a sonreír, aún más grande.

—De acuerdo, gracias, papá. —Asentí. —Buenas noches.

—Buenas noches, hijo. —Lo escuché decir antes de cerrar la puerta de su habitación.

Mis padres creían que con el dinero podrían comprarnos, con eso me refiero a que sabríamos con quién quedarnos, y obviamente ambos querían quedarse con nosotros, pero me puse a pensar por millonésima vez: ¿Ellos piensan en lo que nosotros queremos? Por supuesto que no lo hacían, siempre era lo mismo, uno siempre quería ganar con los dos, pero nunca sabían que eso los hacía perder cada vez más. Lo que nos diferencía a Grayson y a mí, además de los lunares, es que yo soy más sensible...y comenzaba a entrar en un episodio.

—Grayson, Grayson. —Susurraba mientras entraba a mi habitación y tomaba mi teléfono.

Tecleé el número de Grayson y esperé a que contestara, era casi medianoche, pero no debía ignorar mi llamada. Repetía su nombre una y otra vez a lo largo del tono, después contestó y casi grito su nombre.

—Ethan, calmate, ¿qué pasa? —Dijo alterado, pero no lo estaba como yo, comencé a llorar y sollozar por lo bajo.

—Grayson, odio lo que está pasando, odio el divorcio. —Dije aún más bajo, no quería que mi padre me escuchara.

—Ethan, ¿qué pasó? —Me limpié las lágrimas, pero era inútil, seguían saliendo.

—Te necesito, hermano. —Volví a sollozar, pero esta vez más fuerte.

—Tranquilizate, voy a casa. —La llamada se cortó, no había ningún ruido en mi habitación más que mi llanto y eso era algo que me frustraba más.

Después de casi media hora, Grayson entró por la ventanay me abrazó de inmediato. Sí, esto es raro entre dos hombres, pero él es mi hermano gemelo y tenemos una conexión que nadie entendería, a menos que tuvieran un gemelo, claro. A Grayson no podía ocultarle nada, y por más que lo intenté, tuve que contarle todo, hasta lo de Akadia.

Dije lo que prometí que no diría.

★★★

QUIERO AGRADECERLES MÁS DE LA CUENTA ESTA VEZ POR SUS RESPUESTAS AL CAPÍTULO ANTERIOR, LA VERDAD NO ME LO ESPERABA, ME HICIERON LLORAR PORQUE REALMENTE CREÍ QUE NO LES GUSTARÍA Y ASÍ, NETA MUCHAS GRACIAS
Sigan así chicas, me gusta saber que quieren que la siga y eso, sus comentarios me inspiran, jejeoxx :3 gracias ❤❤❤❤

satyr «e.d.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora