Normalmente odio evitar a la gente, pero esta vez me sentía molesto y no me explicaba por qué, Jake se acercaba a mí y simplemente fingía que no estaba, aunque obviamente que si me hablaba yo le respondía. Llegué a la obvia conclusión de que estaba celoso de Jake, porque nunca había hablado antes con Akadia, y ahora que por fin admití que me gusta, ahí está detrás de nosotros. No debería sentirme así porque es mi mejor amigo, pero creo que ese sentimiento es natural, y además, Akadia no es mi novia como para que yo le reclamase algo...es más, nunca tendría por qué hacerlo, no soy un controlador.
-Eh, ¿Ethan? -Akadia me tomó del hombro, no oude evitar sonreír.
-Dime. -Le respondí casi en un susurro, Jake caminaba frente a nosotros hacia la salida.
-¿Iré a tu casa hoy? -Preguntó con los libros en el pecho.
-Me gustaría, claro, si tú no tienes algún problema. -Le respondí, ella sonrió débilmente.
-Por supuesto que no. -Asentí a su respuesta.
-Chicos, ¿quieren que les de un aventon? -Preguntó Jake parándose frente a su camioneta.
-Eh, claro. -Respondí dudoso. Diablos, me sentía un idiota, y no quería serlo.
-Bien, suban. -Jake abrió el asiento trasero, Akadia entró y la cerró, luego se dirigió a su lugar en el copiloto, yo estaba a su lado. -¿Estás bien? -Me susurró, escuché el cinturón de seguridad atrás.
-Sí. -Respondí abrochando el mío.
-¿Seguro? -Encendió el motor.
-No te preocupes. -Le sonreí, quizá solo así me dejaría.
El coche comenzó a avanzar, todos estábamos callados, solo el sonido de la música y el aire acondicionado no hacían que el espacio se volviera denso. Cuando llegamos, rápidamente me quité el cinturón de seguridad, pero abrí la puerta hasta que Akadia abrió la suya.
-Gracias, Jake. -Le dijo Akadia con una gran sonrisa.
-De nada, nena. -Hizo énfasis exclusivamente en esa palabra. Maldita sea, Jake.
-Gracias. -Dije duramente, antes de que pudiera bajar del auto, Jake me tomó fuerte del brazo.
-¿Cuál es tu problema? -Por su ceño fruncido, sabía que estaba más que furioso.
-Te dije que no te preocupes, además, no tengo nada. -Respondí torpemente, quería zafarme de él.
-No soy idiota, Ethan, te conozco. -Susoire pesadamente.
-Creo que estás siendo muy coqueto con ella. -Inmediatamente levantó las cejas.
-¿Estás demente? -Sonrió. -¿A caso ya olvidaste cómo tratamos a las novias de alguno de nosotros? -Ahora se veía divertido. Por Dios.
-Jake, en serio, no me está gustando. -Dije triste, pensar lo peor de mi amigo me hacía querer llorar.
-Sabes que yo no haría nada para conquistarla ahora que sé que te gusta de verdad. -Dijo. -Ni siquiera se me ocurrió coquetearle antes de que comenzaran a hablar. -Rio por lo bajo. -Amigo, tú no te preocupes por mí, jamás te traicionaría, no todos somos un Marion. -Me guiñó el ojo.
-Ugh, te odio. -Me incliné y lo abracé, golpeando ligeramente su hombro.
-Tu chica espera, hombre. -Me dijo cuando bajé del auto.
***
Ya eran las cinco de la tarde y Grayson todavía no volvía de la escuela, Akadia seguía hablando y explicando, pero mi mente estaba en Grayson, en dónde podría estar y qué estaba haciendo. Por primera vez no le estaba prestando nada de atención a Akadia, me sentía mal al respecto.
-¿Ethan? -Me sacudió la mano.
-¿Eh, qué pasó? -Susurre, mirándola.
-No me estás escuchando. -Sonrió.
-Uh, disculpa. -Me cubrí la cara con ambas manos. -Mi hermano no ha vuelto, estoy preocupado. -Ella se inclinó y besó la comisura de mis labios.
-¿Por qué no le llamas? -La miré como si hubiera dicho lo más inteligente de la vida...porque en este caso, lo era, no se me cruzó por la mente llamarlo.
-Tienes razón. -Me levanté, y antes de irme, besé su frente.
Tecleé su numero en el teléfono de la casa, pero no respondió hasta la tercera vez que intenté llamarle.
-¿Grayson? -Del otro lado se escuchaba interferencia.
-Ethan, ¿qué pasa? -Logré escuchar.
-No has vuelto, viejo.
-Estoy con mamá, pero volveré pronto.
-¿Con mamá? -Entonces la llamada se cortó.
Cuando mencionó la palabra mamá recordé que no le conté a Jake lo que pasó ayer, pero luego caí en la cuenta de que quizá Grayson querría contárselo, ya que él es el protagonista de este drama, además de mi mamá. Volví a donde Akadia, quien seguía escribiendo algunos apuntes en su libreta.
-Volverá pronto. -Le dije cuando me senté.
-¿Está bien? -Asentí.
-Está con mi mamá.
-Bien. -Susurró. -¿Quieres seguir? -Me miró.
-Claro que sí. -Respondí un poco entusiasmado, pero no era por las matemáticas, sino porque seguiría escuchando su coqueta voz por mucho tiempo más.
Luego de una hora, escuché el coche de mi mamá estacionar en la puerta, pero no me levanté inmediatamente y esperé a que Grayson tocara. Cuando lo hizo, fui a abrir, y cuando creí que estaría con la cara más triste que nunca tuvo, me sonrió.
-Hola. -Dijo. -Oh, veo que tienes visita. -Me susurró con una sonrisa maliciosa mientras sr acrtcava a la sala.
Me asomé por la ventana y no me extrañaba que mamá se haya ido sin siquiera saludar, seguro debe creer que fue mi idea que Grayson viniera a casa. Me uní a mi hermano y Akadia, quienes reían como si fueran viejos amigos. Me senté a lado de Akadia, obvio.
-Ah. -Grayson suspiró. -Bueno, chicos, dejaré que sigan estudiando.
Grayson se levantó del sofá, tomó sus cosas y subió al cuarto. Volví con Akadia, me sentía extraño respecto a mi hermano y sentía que no podía seguir con esta clase, sin embargo, no podía simplemente decirle que se vaya. Afortunadamente (o no), Kyle llegó por ella diez minutos después de que Grayson subiera a su habitación.
-Te veré mañana. -Me susurró demasiado cerca de mi vara.
-Por supuesto que me verás. -Le dije acercándome más.
Ella sonrió, luego se acercó y me besó. El beso era intenso, pero se podía sentir el cariño entre los dos.