-¿Sabes qué es lo estúpido de esto? -Dije burlándome de mí mismo.
-¿Qué? -Grayson seguía riendo por mi broma anterior.
-Ella me llevará a la cita, ¿entiendes? -Negó con la cabeza. -No sabía a qué lugar llevarla, así que ella dijo que sabía de un lugar estupendo.
-Dios, eres un idiota. -Negó de nuevo. -Se supone que si la invitas a salir es porque sabes a dónde llevarla. -Se cruzó de brazos.
-Lo sé, pero cuando se lo pedí ni siquiera me había dado cuenta de que lo hice, fue un impulso. -Alcé los hombros.
-Un impulso bueno. -Me sonrió débilmente, le sonreí de vuelta.
-Sí, lo sé. -Susurré.
Mientras la pizza llegaba, Grayson y yo nos pusimos a jugar videojuegos, cosa que no es muy normal en nosotros, pero hoy decidimos hacerlo ya que nos encontrábamos de buen humor, incluso invitamos a Jake, quien también no tardaría en llegar. Cuando estaba a punto de destrozar a Grayson, un mensaje me llegó y era de Akadia.
Akadia: ¿estás haciendo algo ahora?
Ethan: estoy con mi hermano, ¿por qué, pasa algo?
Akadia: sí pasa, mi mamá está mal y necesito llevarla al médico pero Kyle no está, ayudame por favor
Ethan: dame tu dirección, llegaré en seguida
Akadia: gracias
Akadia: [UBICACIÓN]
Pausé el juego y me levanté del suelo, Grayson me había gritado de por qué había hecho eso y así.
-Grayson, necesito que me lleves a un ligar. -Dije casi gritando.
-¿A dónde? -Se levantó en cuanto vio mi preocupación.
-A casa de Akadia, su mamá está mal y Kyle no está en casa, no tiene a nadie. -Lo miré.
-Serás mi guía. -Corrió a la cocina y escuché las llaves golpearse entre ellas.
Salimos corriendo de la casa, Grayson comenzó a conducir mientras yo le daba las indicaciones, por suerte sabíamos de las calles de Nueva Jersey, no fue muy difícil encontrar la casa de Akadia. Me bajé rápidamente con Grayson pisándome los talones, golpeé la puerta y ella abrió.
-Oh, gracias, Ethan. -Dijo abriendo más la puerta.
-¿Cómo está? -Pregunté de inmediato.
-Ya se encuentra mejor, lamento hacerte venir hasta acá. -Se mordió el labio inferior.
-Oh, no re preocupes por eso, lo bueno es que está bien ahora, ¿no? -Le sonreí, ella asintió.
-Hola. -La voz de Grayson la hizo ruborizarse.
-Mierda, te dije que también él estaría igual de bueno. -Me dijo. -Hola. -Se acercó a él y le besó en la mejilla.
-Con que tú eres la famosa Akadia. -Dijo mi hermano con una gran sonrisa, lo miré.
-¿Famosa? ¿Ethan te ha hablado de mí? -Su rostro enrojeció, se veía un tanto preocupada.
-Varias veces, habla de lo hermosa que eres y de lo emocionado que está por su cita de mañana. -Dijo apoyándose en mi hombro. Por poco creí que iba a meter la pata.
-Oh, no sabía que hablaba tanto de mí. -Me sonrió, y yo me quise morir.
-Lo hace siempre que va a casa, en serio. -Lo miré.
-Grayson. -Le advertí, él rió.
-Ya, ya. -Me soltó. -Te espero en el auto. Un gusto, Akadia. -Le sonrió y se despidieron con un movimiento de cabeza.
-¿En serio le hablas de mí? -Dijo cuando Grayson estuvo lejos.
-Eh, no en realidad. -Me rasqué la cabeza. Vamos, Ethan, no seas cobarde y dile que sí. -Bueno, en realidad sí. -La miré avergonzado, ella sonrió de oreja a oreja.
-Ojalá y pudiera hablarle a mi hermano de ti. -Alzó los hombros y se cruzó de brazos.
-¿Qué le dirías a Kyle de mí? ¿Que soy un tonto en matemáticas? -Bromeé.
-No. -Rió por lo bajo. -Que eres un chico sensible debajo de esa cara de maldito. -Dijo con una tímida sonrisa en los labios, me sentía con la guardia baja.
-¿En serio? -Reí por lo bajo, sentí mi cara caliente.
-Sí. -Susurró, su cabello cayó.
-Eh, Akadia. -Dije, estaba listo.
-Dime. -Me miró, y justo cuando abrí la boca, escuché la bocina de un auto, no era el de mamá. -Oh, rayos. -Maldijo por lo bajo.
-¿Qué? -Volteé y vi el auto de mamá avanzar un poco, la camioneta de Kyle estacionó en el lugar que Grayson había dejado.
-Tienes que irte, Ethan. -La miré, asentí. -Hablamos más tarde. -Retrocedió un poco, así que hice lo mismo.
Mientras caminaba hacia el auto, Kyle se acercó rápidamente hacia mí, interponiéndose en lo poco que me faltaba por llegar.
-¿Qué haces aquí? -Metió sus manos en los bolsillos del pantalón.
-Vine porque quise. -Le respondí rápidamente, no quería mencionar lo del mensaje de Akadia.
-Oh, creí que estábamos en paz. -Rió por lo bajo, yo hice lo mismo.
-Tú me odias, nunca estaremos en paz si me sigues odiando. -Levantó ambas cejas, como si estuviera sorprendido.
-Yo no te odio. -Puso una mano en mi hombro. -Solo cuido a las personas que amo, ya lo sabes, si algo le pasa a Akadia por tu culpa, solo te mataré y ya. -Me sonrió cínico.
-Oh, ¿y eso no te parece suficiente odio hacia mí? -Frunci el ceño, pero estaba bromeando.
-No. -Me palmeó el hombro. -Buenas noches, Ethan. -Volvió a sonreír, y se alejó de mí.
Quise responderle añadiéndole la palabra "cuñado", pero por ahora aprecio demasiado mi vida como para decirlo. Así que seguí con mi camino, entré al auto y listo, aún seguía vivo.
-¿Quién era ese? Da miedo. -Reí por lo bajo.
-Es su hermano. -Respondí.
-Mierda, que bueno que Akadia salió tierna y no como ese. -Rió y arrancó, rápidamente nos alejamos de la casa de Akadia.
-¿Qué te pareció? -Dije de repente.
-¿Akadia? -Asentí. -Pues es linda, no tanto como imaginé, pero linda. -Sonrió. -Tal vez si la conozca un poco mejor sabría de la gran belleza por la que tanto mueres. -Volvió su vista a la carretera, afortunadamente no había tráfico.
-Sí, quizá pueda llevarla un rato a casa después de cita. -Dije algo emocionado.
-Como quieras, hermanito. -Me sonrió, dejamos de hablar de ella y seguimos con nuestras típicas estupideces.
★★★
Espero no haberla hecho de mucha emoción, jeje ╮(╯▽╰)
