Se vería a Gojo apoyado de uno de los laterales del barco.
Gojo: -Sonriendo con una mano en la cara- Shishishi, pienso hacer este mundo más divertido, no se lo pierdan.
No me pertenecen los personajes y las imagenes utilizadas en esta historia, créd...
Un imponente barco de la Marina avanzaba con lentitud pero con una presencia innegable. Sus velas ondeaban con la brisa marina, y el emblema de la Marina brillaba orgulloso bajo el sol.
En la cubierta, dos figuras destacaban entre la disciplinada tripulación. El primero era Kizaru, con su aura relajada y su actitud despreocupada, observaba el horizonte con ojos entrecerrados. A su lado, el sereno y ciego Fujitora, apoyado en su bastón-sable, parecía estar en perfecta sintonía con el ambiente que lo rodeaba.
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De repente, un sujeto apareció de la nada frente a los dos almirantes. La tripulación se quedó en silencio, observando con asombro y tensión la aparición del intruso.
Kizaru: -Con su tono pausado- Vaya, parece que tenemos visita inesperada.
Fujitora: -Expresion de serenidad- Así es. Parece que el mar nos trae una sorpresa hoy.
Ambos almirantes se levantaron y fijaron su atención en el intruso. Ante ellos se encontraba Satoru Gojo, con una vestimenta compuesta de una camisa y pantalones negros, con una gafas tapando sus ojos.
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Gojo, con una mano en su bolsillo, sin mostrar signos de tensión, dio un par de pasos hacia adelante y, con una voz tranquila pero llena de confianza.
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Gojo: -Con una sonrisa- Disculpen, señores, ¿han perdido algo en estos mares?
La brisa marina acariciaba su cabello blanco mientras su presencia dominaba la cubierta del barco.
