Capitulo 36

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Zoro regresó a la sala con paso decidido, pero su mente estaba en otra parte. Las palabras de Gojo resonaban en su cabeza, y no podía evitar sentir que algo importante estaba sucediendo.

Al entrar, se encontró con una serie de miradas curiosas y llenas de preguntas. Luffy, sentada de manera relajada pero claramente curiosa, fue la primera en hablar.

Luffy: –Con ojos brillantes de curiosidad– ¿Qué quería Gojo? ¿Te pidió algo raro?

Zoro sintió un leve escalofrío. Aunque sabía que Luffy siempre tenía una forma de meter las narices donde no debía, no podía arriesgarse a compartir lo que había discutido con Gojo.

Zoro: –Con voz neutral– Nada importante.

Luffy frunció el ceño, claramente notando la evasión en las palabras de Zoro.

Bonney, sentada con los pies sobre la mesa, soltó una risita ligera, sin tomarse el asunto muy en serio.

Bonney: –Con tono despreocupado– Vaya, si Zoro se pone tan serio, entonces debe ser algo realmente aburrido.

Natsu: –Bromeando, mientras cruza los brazos detrás de la cabeza– ¿Por qué tanto misterio, Zoro?

Zoro decidió no responder, simplemente ignoró los comentarios. Vivi, por su parte, notó la tensión en la sala y se preocupó de que algo más grande estuviera sucediendo, algo que no todos estaban viendo.

Vivi: –Con tono amable, pero preocupada– Zoro... Si hay algo que nos afecte a todos, puedes decirnos. Todos estamos juntos en esto, lo sabes, ¿verdad?

Zoro asintió ligeramente, agradecido por las palabras de Vivi, pero permaneció en silencio. Chopper, que había estado sentado cerca de Vivi, observó a Zoro con ojos inquisitivos, como si intentara diagnosticar algo.

Chopper: –Con voz baja, pero seria– Zoro, si te sientes mal o necesitas algo, ¡puedo revisarte! No dudes en decírmelo.

Robin, quien había estado leyendo un libro cerca de la ventana observo a la tripulacion e hizo un gesto con la mano, pidiendo silencio.

Robin: –Con un tono suave pero firme– Chicos, creo que deberían dejar esto. Lo que Gojo le dijo a Zoro es algo privado entre ellos.

Mientras la conversación se dispersaba en la sala, después de unos minutos, Gojo apareció trayendo una bandeja con varios platos humeantes, el olor a comida recién hecha llenaba la sala.

Gojo: –Con una sonrisa relajada– ¡Listos para la comida!

Todos se giraron hacia él, y de inmediato las miradas curiosas se transformaron en hambre al sentir los deliciosos aromas que emanaban de los platos.

Gojo: –Colocando la bandeja en la mesa– He hecho suficiente para todos, así que siéntense y sirvan. Espero que les guste.

Luffy, olvidando temporalmente sus preguntas sobre Zoro, se levantó con su entusiasmo habitual, lista para servirse un gran plato. Pero antes de que pudiera hacerlo, Robin, quien había estado en silencio hasta ese momento, intervino con calma.

Robin: –Con su habitual tono sereno– Antes de empezar, deberíamos llamar a Nami. Deberíamos comer todos juntos.

Luffy, con un gesto rápido, se asomó por el balcon, buscando con la mirada hacia el mar. Sin embargo, tras unos segundos, su expresión cambió.

Luffy: –Frunciendo el ceño– No veo a Nami por ningún lado.

El comentario provocó una pausa en la sala. Conis y Pagaya, intercambiaron miradas de preocupación, pero fue Conis quien tomó la iniciativa de hablar, su voz impregnada de una creciente inquietud.

Gojo Satoru y la Pirata de GomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora