Cap. 10: "El primer cobro"

14 2 0
                                    

***Ojo, escena +18 y que puede no agradarles***

La tirana... perdón, la directora entraba al cuarto de las armas, vio todo perfectamente limpio y reluciente, sin duda, Potter se había esmerado, le molestaba darle ese tipo de trabajos, pero no era tonta, sabía que él, Terry y Anya, habían entrado a Hostile Force por algo, no por Hermione, bueno, quizás Potter si, pero no los demás, eso era una artimaña del Ministro de Magia, por ello es que hacía la vida de cuadritos a Harry... Lo buscó y lo encontró recostado en la pared, profundamente dormido, se acercó a él con la intención de despertarlo de un puntapié pero...

Por un momento, centró sus ojos en la larga figura del muchacho, en los mechones de cabello tan oscuro que caían sobre su rostro, en su piel blanca sin imperfecciones y le pareció que no era tan desagradable, quizás hasta... guapo ¿Porque no? Luego recordó que ella no estaba ahí para andarse fijando en hombres, sino para trabajar, porque era su deber como encargada, pero aun así, se inclinó hacia Harry y le quitó un mechón de pelo de su rostro y descubrió la cicatriz que poseía en forma de rayo y la rozó levemente con su dedo

No tenía lentes, pero al instante el moreno abrió sus enormes y brillantes ojos verdes que miraron de modo absorto a la directora, tan cerca que se quedó boquiabierto, ella estaba muy cerca de él, con esa mirada serena y seria, con el cabello rubiso cayendo como cascadas por sus hombros y una perfección que no se la creía, se tensó y se puso nervioso, bueno, él siempre se ponía nervioso con las mujeres guapas

-¿Que? - Jadeó

-Te quedaste dormido - le dijo la direc y se inclinó para olisquearlo y éste se ruborizó con más ganas - Y apestas terriblemente

-MJ... es el líquido que usé para limpiar las armas

-Te esmeraste, te felicito - le sonrió Mione sin quitarse de esa posición y sonriéndole con sus perfectos y delineados labios rojos - Mereces un premio, te regalaré un beso - Le dijo y se inclinó un poco más

Harry abrió esos ojazos verdes asombrado y sus labios temblaron, su corazón palpitó a mil por hora y sudó irremediablemente, se sintió tan poquita cosa en ese pedacito de suelo apoyándose contra la pared y se quedó sin aliento... Pero era claro, cuando vio los ojos divertidos de la directora que soltó una risita y le palmeó las mejillas rubicundas

-¡No te alucines Potter, nunca en contra de tu voluntad pero, debo confesar que te veías muy bonito durmiendo, casi, casi un ángel y bueno, a cualquiera le darías tentación de robarte un beso!

-¿Eh?

-¡Por el ángel! - Gimió la direc y puso sus ojos en blanco y se levantó - Ya puedes irte a descansar - dijo agitando la mano en señal de despedida y saliendo de ahí, mientras que Harry se sentía un poco... estúpido...

Bueno... En realidad Hermione igual pensó que Draco no se acostaría con ella nunca... una semana pasó y no hubo el menor intento por su parte de siquiera intentar besarla o algo, siempre parecía muy ocupado, las clases eran demandantes según lo visto y a ella con gusto le hubiese gustado investigar sobre qué se trataba o entrar a alguna de ellas, pero no se podía, no le estaba permitido, inclusive ella salió a la ciudad por los días libres que les daban, regresando los lunes muy temprano a sus labores en el colegio

Fuera de ahí, siempre habían muchas preguntas, pero ellos no podían decir una sola palabra, nadie sabía lo que en realidad hacían más que el ministro y ellos mismos, porque para nadie sería agradable saber que el héroe del mundo mágico era un simple mandadero en Hostile Force, que no tenía un puesto de trabajo a su altura, así que por eso se mantenían en secreto

Ese Lunes tenía algo de espectral, la mañana había sido gris y fría, Hermione se dedicó a estirar la cama del rubio mientras que éste estaba en el baño, aún no lo había visto, cuando salió, la vio ahí, inclinada sobre la cama, mostrando su trasero enfundado en ese uniforme de doncella que, no es que fuera sexy, pero de momento, como que la hacía lucir así y gruñó, quizás era momento de probar... recordó el sabor de su femineidad y su sangre no se por qué, pero pareció hervir y quemarle las venas como un torrente de lava

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora