Cap. 22:"Mi pariente desconocido"

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El desayuno fue agradable, entretenido, entre bromas y charlas, luego ella ayudó a su madre con algunas cosas, mientras le daba vueltas a sus asuntos, miraba a su madre como intentando visualizar algo más en ella, pero parecía perfectamente normal, como si dentro de ella no existieran secretos, suspiró, con su padre era lo mismo, la hora del almuerzo llegó y mas tarde no quiso acudir a ninguna reunión que sus padres tenían con amigos, sabían que irían algunos idiotas que luego le harían propuestas tontas que ella rechazaría categóricamente

Así que se pasó parte de cierto tiempo contemplando el interior del ático desde la entrada, justo donde el espectro había estado flotando, suspiró ¿Sería que tendría que aventurarse? Pero le daba miedo el bajar y no poder regresar ¿Y si se encontraba con el mismo diablo? ¡Ay no! Ella quería irse al cielo y estar rodeada de angelitos que tocaran sus arpas y la recibieran los coros de querubines...

Pasaba algo curioso, cuando se acercaba, el círculo en la tierra se abría, y volvía a sentir el olor a azufre, escuchaba de nuevo los alaridos y sentía un calor intenso, no quería caer en la tentación, pero era demasiado, inevitable, una hora después de meditarlo, se acercó demasiado, lo que vio fueron escalones que iban hacia algún lugar, pero estaba demasiado oscuro, sintió un calor un poco asfixiante pero... supo que debía agarrar valor y suspiró, cerró los ojos, lo meditó, si algo malo le pasaba solo haría sufrir a sus padres y sin embargo algo la llamaba

"Anya" Escucho de repente su nombre, claro y preciso, su corazón latió "Anya" Otra vez y entonces se inclinó, pero no miraba nada, solo oscuridad, le dio vueltas, seguía escuchando el susurro de su nombre, hasta que se hartó, tomó con fuerza su varita y se atrevió a dar un paso al interior de la cavidad, no sintió ni frío ni calor ni otra situación, igual pensó que quizás estaba soñando, se pellizcó y le dolió, no, estaba despierta, viva y a punto de cometer suicidio

-¡Que diablos! - Gimió mientras ponía los ojos en blanco y siguió avanzando por las escaleras, cada paso que daba la oscuridad se apoderaba más del entorno, hasta que de repente, todo se oscureció y no quiso dar un paso más, sobre todo a oscuras, de repente, pareció que a lo lejos iba hacia ella una luz, muy tenue al principio y después más y más fuerte, hasta que se dio cuenta que era una barcaza vieja con una lamparita en lo alto de un poste que tenía, iba un lanchero cubierto por una capucha negra y le hizo señas que subiera

Ella obedeció y subió, la lancha comenzó a avanzar lentamente, en medio de un lago oscuro y con un olor fétido, hasta llegar a la otra orilla en donde a pesar de estar oscuro, podía ver perfectamente su entorno, el cielo parecía un extraño universo, una luna merodeaba el infinito, parecía más grande de lo normal y rara, saltó de la barcaza y avanzó por un sendero hasta dar que en la colina había una mansión de lo más funesta, no tenía buen aspecto ¿Tenía que avanzar? Lo hizo, no le quedaba de otra más que seguir

En su camino notó que la iban siguiendo ¿Quienes? Lo ignoraba, no quería ni volverse por temor a lo que encontrara, hasta llegar al pie del edificio de piedra y la puerta se abrió inmediatamente, con un chirrido bastante escandaloso, ella suspiró y entró a la mansión, mientras su corazón golpeteaba, era curioso no tener miedo, bueno, al menos un pánico extremo, pero sin duda...

-¿Hola? - Llamó Anya - ¿Hay alguien en casa? Aquí, Anya Bells...

"Bienvenida a casa Anya"

Ella escuchó esa voz y se volvió a todos lados hasta mirar los elegantes escalones que había frente a ella y todo se alumbró y pudo ver que el interior era fastuoso, demasiado, todo cubierto de plata y diamantes, mientras una dama de capa negra bajaba, con una larguísima cabellera oscura que le caía al suelo y poseía un perfecto rostro hermoso, a su alrededor, el espectro que se parecía a ella la rodeaba de modo encantador, pero eso no fue todo, de repente a los costados, miraba ¿Demonios, espectros, que cosas eran esas? Eran temibles, espantosas y cruentas pero... curiosamente no les daba miedo

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora