Morphine, Blasphemy, Sephirot

Cp. 86: "Un minuto de silencio"

Sin querer, Draco hizo un movimiento haciendo que las enredaderas presionaran de tal modo sus muñecas que por un momento el rubio sintió que se quedaría sin manos, el dolor era simplemente intenso, agresivo, corrosivo, el cerró los ojos y apretó los dientes, lágrimas tibias y saladas salieron de sus ojos para luego perder el sentido, Hermione estaba absorta por esa declaración para reaccionar con dolor cuando vio lo sucedido

-¡Draco!

-¡No debe moverse! – Gruñó Cedric – él mismo me lo dijo…

-¡Draco despierta! ¡Oh! ¡Está sangrando mucho, tengo que quitarlo de aquí!

-¡No hay manera! – Gimoteó Anya – ni siquiera yo puedo hacerlo sin que lo lastime

Hermione se sentó en el suelo de piedra a llorar sus penas, sin saber que hacer, con las palabras del rubio en su cerebro “Porque te quiero… porque te quiero” Entonces… Draco Malfoy se había enamorado de ella, la quería, de lo contrario en su vida él le hubiera confesado cosa semejante sin dudarlo… Ahora ¿Qué le correspondía a ella? ¿Qué podría hacer? ¡Tenía que sacarlo de ahí! Pero ninguno hallaba una respuesta

En tanto, Andrew había bajado por unos escalones, hasta que dio con un grupo de celdas que estaban apostadas a las paredes y en una de ellas, se asomaba una cabellera rubia y su corazón se aceleró al ver a Luna ahí, ella se emocionó al verlo, y él le pidió que se hiciera hacia atrás, realmente una reja no iba a ser impedimento para rescatarla

Andrew usó sus mejores hechizos con la espada que portaba, al menos esa parte de las celdas no estaba tan bien reforzada por fuera porque Luna quedó liberada en menos de un segundo, justo bajaba Harry para ver que era lo que hacían, cuando vio a Luna salir de la celda y brincar a los brazos de Andrew y aferrarse a él con mucho fervor… en ese momento entendió Harry lo que le decían sobre ellos dos… Luna estaba enamorada de Andrew y al parecer… por el modo en que la sujetaba, parecía que el sentimiento era mutuo

Aunque le doblara la edad…

Harry no fue capaz de interrumpirlos, se quedó callado y se dio la vuelta, finalmente ya ellos estaban regresando, arriba, Hermione pensaba en todo lo que Famitsaí les había dicho sobre que el amor era poderoso ¿Tendría algo que ver? Pero de repente, dentro de lo que había leído en los libros, sobre las defensas de los nefilim, ella supo que debido a la sangre que le habían puesto, había adquirido algunas características y en ese momento, supo que debía averiguar si también otra más que tenía en mente

Se puso de pie y miró el rostro de Draco fijamente ¿Él valía la pena? Le había confesado que la quería, pero no sabía si era en serio, quizás solo deliraba, pero a ella le dolía mirarlo ahí, así, si había querido un castigo, era demasiado, así que apretó los puños respiró profundamente y tomando impulso, alzó las manos para comenzar a arrancar las espinas de las manos del rubio, apretó los dientes, las punzadas y el dolor eran terribles

-¡No me vencerán! – Jadeó – ¡Malditas ramas, no me vencerán! ¡Suelten a mi hombre! – Y las manos le sangraban, se le descarnaban y la sangre brotaba, pero ella no se detuvo, Anya le miraba boquiabierta hacer eso, al parecer, no le costaba trabajo quitarlas con sus propias manos, aunque le doliera hasta el alma

-Claro, eso es – susurró Anya y se volvió hacia Cedric para hacer lo mismo, tomando aire, usando toda su valentía y entereza, se acercó a su lado y comenzó a quitar los espinos con sus manos, el castaño abrió los ojos lo más que pudo al ver como las manos de Anya sucumbían ante las espinas, pero al contrario de Hermione, a ella no le lastimaban tanto porque al tiempo que su piel era agredida, sanaba de inmediato

Pero era la única solución, ambas seguían quitándoles las enredaderas espinosas, Draco reaccionó al sentir que sus manos eran liberadas y que el dolor cedía y miró horrorizado a Hermione con las manos desangradas pero seguía quitándole las ramas las cuales al ser aventadas al suelo se secaban de inmediato, la castaña era osada, se aguantaba el dolor, las lágrimas, ella no cedería…