Cap. 43: "¡Que detalles!"

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Eran las seis de la tarde, cuando la puerta fue abierta por Hermione mientras para no perder la costumbre, discutía con Draco sobre que sus deberes se habían terminado y que él debía abrir la maldita puerta, el rubio estaba enfurruñado en la cama con un gesto de niño regañado, negándose a mover un dedo y la castaña de mala gana abrió la puerta

Cuando de pronto frente a sus narices había un gran ramo de rosas rosas envuelta en listones de colores y despidiendo un delicioso aroma, las rosas descendieron y el rostro de Kalid, sonriente con esos tentadores ojos oscuros y esos labios mostrando toda la sensualidad posible, ella no pudo evitar quedarse mirando ese rostro tan perfecto, luego reaccionó al ver las flores y se sonrojó ¿Eran para ella? Bueno, ni modos que pa Draco ¡Que lindo detalle!

-Rosas Rosas, para una hermosa señorita

-¡Ah! Que lindo, gracias – Sonrió Hermione con algo de timidez mientras que Draco se incorporaba de la cama escuchando con interés y frunciendo el ceño

-Espero que por culpa de Perrier no te hayas sentido ofendida, no todos somos iguales, yo se respetar los límites y la verdad, es que un alma como la tuya, es interesante, dice muchas cosas, las escucho, es por eso que me llamas tanto la atención

-Que bueno es tener un alma tan llamativa – alzó Hermione una ceja en señal de coquetería – yo diría que charlar contigo también seria de interés pero… quizás no aquí… sería incómodo con personas indeseables pululando por los alrededores – Terminó diciendo en tono mordaz y mirando de reojo a Draco que ya se paraba de la cama y se acercaba como no queriendo

-Por supuesto, yo entiendo – Afirmaba Kalid con una bella sonrisa en sus labios sobre todo al percatarse de que a un costado ya estaba Draco mirando las flores y como Hermione las tenía sujetas, como si fueran un tesoro

-Quizás nos podamos poner de acuerdo – ronroneaba la castaña, la verdad es que si quería conocer un poco más sobre ser un ángel de la muerte, era curioso que a pesar de saber lo que era, no parecía tenerle miedo, quizás porque ellos no podían ir quitando almas que no les correspondían, finalmente ¿Eran solo estudiantes, no?

Kalid sacó una rosa del racimo y la pasó por sus labios y luego la posó sobre los de Hermione quien soltó una risita pues los pétalos les hacían cosquillas, Draco frunció más el ceño y apretó los puños, estaba a punto de correrlo de su puerta, pero sobre todo ¿Qué le pasaba a Hermione? ¿Cómo es que aceptaba esos regalos?

-Un beso indirecto – le dijo encima de todo kalid y le dio la rosa a Hermy

-¡Que atrevido!

-Si, muy atrevido – respondió el ángel de la muerte con una amplia sonrisa – entonces, así quedamos niña querida, ya nos estaremos viendo – y luego alzó los ojos y le sonrió con descaro a Malfoy – Señor Malfoy, buenas tardes

Kalid se dio la vuelta y se alejó de modo elegante, mientras que Hermione suspiró y al poco segundo escuchó rechinar los dientes, se volvió y eran los preciosos dientes de Draco Malfoy que estaba verdaderamente furioso

-Oye, se te van a desgastar los dientes – le dijo ella como si nada

-Tira eso – Dijo furiosamente

-¿Qué cosa? – Preguntó como si nada

-¡Esas malditas flores!

-No – negó – son mías, hace mucho que un chico no me regala nada, al contrario, ahora estoy tan corta de oro, que esto finalmente es algo que no me esperaba ¡Es tan romántico!

-¡Te digo que las tires! – Gritó

-¡NO! – Bufó la castaña - ¡SON MIAS, ME LAS REGALARON, ME GUSTAN LAS ROSAS, ESTAN PRECIOSAS Y SI LAS TOCAS, TE ARRANCO LAS MANOS A MORDIDAS! – El gritoneo que le dio Hermione bastó para detenerse al rubio de tomar y arrojar con sus propias manos las rosas

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora