Cap. 21: "compañias infortunadas"

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Una cosa era verdadera... el estar ahí con esos niños era algo muy especial, tanto para uno como para otro, para los niños era algo nuevo tener a un adulto que les brindaba la atención las 24 horas al día, era algo muy especial, ellos conocían un modo distinto de cuidado, más cálido y amoroso, algo que no habían conocido desde que nacieran, pero la atención que Terry les daba era dulce y agradable para los peques... Él ni enterado de lo que pasaba fuera de la torre, estaba ahí, embelesado inclinado sobre la pequeña mesa, mirando lo que dibujaban, ayudándolos, sacándole puntas a sus lápices de colores, dibujando con ellos, sacando el libro de cuentos e inventándole historias sobre los dibujos que había

También procuraba que desayunaran y almorzaran todo lo que aparecía en el comedor, intentaba peinarlos y que se lavaran los dientes, inclusive estaba pendiente del baño, parecían niños tan comunes, que la primera vez que vio en sus espaldas tatuajes de tipo angélicos, se espantó, pero ellos le dijeron que habían nacido con las marcas por ser originales, eso no lo entendió muy bien, sabía que eran mitad nefilim, lo que significaba que una pequeña parte de los peques eran humana, pero ¿Y la otra parte? eso lo tenía interesado...

Inclinado sobre la mesa, apoyando la barbilla sobre su mentón, contemplaba a Mikael y sus simpáticos rizos rubios, cuando movía su cabecita, su cabello lo hacía graciosamente, tenía los ojos tan azules como un zafiro, como los de su padre, sus mejillas sonrosadas y era como una preciosa versión pequeña de Jesse, buscó algo de la madre, pero no encontró nada, el niño era igual a su padre, igual de hermoso... y cuando sonreía, era como entrar al cielo... la niña tenía el cabello más lacio, pero muy largo y sedoso, claro, parecida a Mikael, pero con una chispita más intensa y traviesa, sus largas pestañas enmarcaban sus ojos preciosos y siempre tenía una sonrisa para Terry que se ruborizaba con ello

Aparte que los niños se estaban acostumbrando mucho a que Terry los abrazara, a pesar de estar más grandecitos, siempre le pedían al chico que los cargara, éste no les negaba nada, solo con mirarlos hacía lo que ellos querían, los mimaba demasiado... Pero, es que era imposible no hacerlo, sobre todo, porque aunque estaba decepcionado que Jess hubiese tenido que ver con una chica cuando éste declaraba su preferencia por los chicos y hubiera tenido hijos, tan joven, tan inmaduro ¿Qué clase de muchacha había aceptado esta situación? Igual y fue un error de juventud, igual y él a esa alturas no tenía idea, quizás fue por probar, como lo habia hecho él en el colegio

Justo cargaba a Mikael mientras éste le contaba no se que cosas de las mascotas que ya había despetrificado, moviendo sus rizos rubios graciosamente cuando apareció Jesse en la puerta, miró la soltura con la que Terry trataba a los niños, el modo en que abrazaba a Mikael y sus ojos se oscurecieron ¿De nuevo los celos? Idiota... celos de sus propios hijos... ¿Cómo podía llegar tan bajo?

-¡Papi! - Soltó un gritito Aniel y corrió hacia él colgándose de su brazo y éste apenas y le sonrió ¿Porqué le costaba tanto trabajo demostrar sus sentimientos?

Automáticamente, Terry bajó al niño, no se fuera a molestar Jesse, el pequeño también corrió hacia él y lo jalaron hacia la mesa para que viera que estaba haciendo, el cuadro era muy hermoso, los tres ángeles rubios, perfectos, hermosos, Terry no quiso intervenir, interrumpir o ser una molestia, decidió mejor escabullirse a su habitación y dejarlos solos, finalmente ya estaba su papá ahí, claro, de reojo, Jesse le buscó con la mirada, suspiró decepcionado de que se hubiera ido... si supiera... si supiera que solo por él subía a ver a sus hijos... Si supiera que su falta de interés era tal... quizás Terry lo odiaría por eso

¡Fin de semana!

Hermione salió huyendo del colegio después de ser casi ahorcada por una demonio, Anya hizo lo mismo, pero para averiguar más cosas sobre su familia, igual y habìa un secreto escondido, Terry se pasó por Diagon, justo entrando en la librería y mirando todos los libros mágicos para colorear, de cuento, de muchas cosas más, de repente la vio, Luna estaba ahí y la saludó animadamente

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora