Cap. 39: "De verdades y pasiones"

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Durante ese transcurso, Anya se había metido a la habitación de Cedric, el señor estaba como esperándola sentado en el comedor, leyendo el diario el profeta, cruzado elegantemente de pierna, con ese aire exótico, ese perfume que lo hacía irresistible, su mirada grisácea brilló en cuanto la vio entrar y evitó sonreír triunfal, pero ella advirtió esa mirada de triunfo, frunció el ceño y se dio la vuelta para salir de inmediato

-¡Hey! – Gritó Cedric aventando el diario y saliendo tras ella - ¿A dónde vas?

-A donde que te importa – respondió – y con quien no te interesa

-¡Regresa a la habitación ahora!

-¿Y como porqué?

-¡Porque estás trabajando para mí! – Espetó el castaño justo cuando uno de los ángeles espectrales daba una vuelta y al ver esos gritos dirigidos a Anya, se indignó y se interpuso entre ambos

-¡Hey, tu, nefilim, mucho cuidado con tus gritos, a ella no la tratas como a una sirvienta!

-¡Es mí doncella! ¡Así que yo le grito como quiera!

-¡Pues no lo permito! – Bufó Dorian mirando de frente a Cedric – No puedo creer que alguien como tú, le grite a alguien como ella…

-Oye, oye, oye – brincaba Anya a su alrededor agitando las manos para que la situación no se calentara - ¡No pasa nada, así jugamos nosotros!

-¿Jugar? ¡No me parece que sea lo correcto! ¡Quizás debería quitarle su alma y…! – Y de repente se percató de algo y se detuvo mientras le miraba de modo sombrío, Cedric que estaba dispuesto a entablar un pleito, esperó a que él tirara la primera patada pero…

Pero en vez de eso, Dorian se volvió hacia Anya y le tomó delicadamente del codo alejándola de Cedric, el castaño entrecerró los ojos con furia ¿Cómo se atrevía ese tipo a tocarla con tanta familiaridad? Estuvo a punto de seguirlos para separarlos, cuando de repente tuvo una visión, escuchó su nombre en la lejanía y se detuvo, miró a un apartado y le pareció ver a una niña castaña que le hablaba

Intentó no prestar más atención y fue directo hacia ellos, pero Dorian levantó ese muro de humo que le impidió seguirlos, porque era como topar con pared y rechistó los dientes ¡Ese hombre le hablaba de modo tan informal a Anya que le molestaba de sobremanera! Y para colmo tenía poderes con los cuales él no parecía poder luchar

-Oye Anya, el alma de ese hombre…

-¿Qué?

-Su alma está protegida… tiene sello real…

-No entiendo lo que me estás diciendo – Murmuró Anya - ¿Qué es eso de que tiene sello real? ¿Pues que él es un príncipe o que?

-No – negó Dorian – Pero su alma está protegida por la más alta investidura del mundo de los muertos… Pero por más que intento recordarle, no puedo hacerlo… Zía bloquea algunos pensamientos…

-¿Quién es Zia?

-No tiene importancia, pero me intriga ¿Quién es el? ¿Por qué tan importante que la misma muerte lo tiene protegido? – Y luego se volvió a ver a Anya y le tocó el tórax con mucha confianza y Cedric puso los ojos redondos, los abrió lo más que pudo y estaba boquiabierto mientras el ángel oscuro parecía rebuscar algo en su escote ¡Y ella que no le decía nada! ¿Pues que se creía?

-¡Anya! – Gritó Cedric, pero ella no parecía escucharle

-¿Qué buscas? – Chilló Anya

-Esto – Sacó el collar de su escote, la larga cadena de almas con la que estaba echa hacía que se perdiera en él, pero la insignia de “Ángel de la muerte” brillaba tenuemente – Es obvio que la has visto y sabes lo que eres, pero existe todavía algo que te impide recordar lo que has vivido, quizás por eso es que “ella” está aquí, pero no entiendo por qué de paso nos bloquea a nosotros también algunos sucesos de tu estancia espectral…

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora