Cap. 93: "Yo lo quiero todo"

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Definitivamente, la castaña no tenía intensiones de irse, cierto que desde que se había enterado de la verdad, su coraje había sido grande, había odiado profundamente al rubio, pero también, había ido hasta el infierno por él, así que eso era todo, estaba decidida, no iba a dejarlo ir, porque ella misma sentía que ya no pertenecía al mundo de fuera, así que haría todo, no le importaba nada, no iba a dejar todo lo que había pasado en ese sitio, ni siquiera al maldito rubio que le hacía poner de rodillas…

Aparentemente habían cosas en calma, pero no para el rubio, quien esa mañana había salido de su habitación para estar en la enfermería en un exhaustivo chequeo, para cuando regresó, encontró a Hermione en las afueras de su habitación, sentada frente a ella, comiendo unas palomitas acarameladas, el la miró extrañado, ella parecía tranquila, como si nada, ni siquiera le saludó, de repente el bastante contrariado abrió su habitación y…

Una humareda salió de su habitación y él brincó hacia atrás cuando una llamarada salió amenazante, incandescente y furiosa, el cerró la puerta de inmediato, mientras estaba absorto y se volvió a mirar a Hermione quien ahora bebía un refresco como si aquello fuera una función de cine, no dijo una sola palabra, solo miró cuando el rubio abrió de nuevo la puerta para cerciorarse que fuera cierto lo que había en el interior de la habitación, efectivamente, el fuego era intenso y comía todo el interior sin dejar un solo rastro

-¿Granger?

-¿Qué?

-¿Me puedes explicar que demonios está pasando?

-Se está quemando tu habitación…

-Parte de mis pertenecías de valor…

-Si, estaban en tu despacho ¡Que pena!

-Estás demente…

-¡Podría ser! – Sonrió – Pero ahora ve haciendo tus cuentas… ¿O acaso siempre si me vas a condonar la deuda que tendré contigo a partir de ahora por echarte a perder tus pertenencias? Yo creo que no…

-¿Pero que te has creído?

-No lo sé… búscame cuando quieras cobrar lo que te debo… aunque ya sabes que no tengo un knut partido por la mitad, así que a no ser que quieras acusarme con el ministro de magia y enviarme a Azkaban para que yo curse una condena por vandalismo

El rubio se quedó sorprendido, cuando ella se dio la vuelta y se marchó como si nada pasara, mientras que ahora era él quien se acomodaba en el suelo y suspiraba al tiempo que Andrew y Mione aparecían porque la alarma de fuego estaba prendida, cuando vieron la habitación en llamas, supieron que nada podría hacerse

-Bueno, por lo menos tus pertenencias de valor están resguardadas – suspiró Mione

-Pero tenía una caja fuerte en mi despacho

-¡Ah! La movimos, los documentos están en otro sitio Malfoy, no podíamos arriesgarnos a esto, porque pasaría de un momento a otro…

-¿Quién lo hizo?

-Hermione…

-¿Acaso quería seguir de tu doncella? ¡Vamos! Esa Hermione si que es una cabrona – soltó una risita Mione – Mira que ideas se le ocurren para quedarse aquí y no ser echada

-Si ella sale, también Harry – apunto Andrew

-Y Luna…

-Ella no – frunció Andrew el entrecejo

-Harry tampoco…

-¿Y Hermione?

-Menos – apuntó Draco y se levantó de inmediato

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora