Cap. 28: "Fue ese tequila... vodka... whisky"

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Bueno, si que gozaba con joderle la existencia a Jesse, en verdad que Ryan no sería el más poderoso, pero como estaba dolido por lo que éste le había echo, eso de llenarle la cabeza de ilusiones y luego botarlo como si nada, no se lo perdonaba nunca y no es que se uniera con Alexis para fregarlo, pero el saber que ése ángel oscuro lo hacía, también le daba satisfacción

-¡Que bueno que ya regresó mi niño bonito! – Dijo alto a Haruka  - Pensaba ir a su casa el fin de semana, pero ya que lo tengo aquí, tendré que devolverle el pijama que me prestó

-¿Te trajiste su pijama?

-MMM… es que quería atrapar su olor… es de-li-cio-so… estos hechiceros son unos ricos bomboncitos ¡Y no dudo que después de esa noche que pasamos en su casa, él no lo dude mucho para aceptar una relación con un chico y sea yo el afortunado!

-¡Suerte con eso Ryan!

Era evidente que el convaleciente Jess lo había escuchado, no sabía por qué tenía tanta rabia en contra de Terry, no era justo, no lo era ¿Por qué no podía tener lo que quería? ¿Por qué debía tener responsabilidades? ¡Era demasiado joven! No quiso saber más, dejó las últimas clases y subió a la sala de música, pero no se quedó ahí, fue a la cantina escolar, a esas horas estaba desierta ¿Quién en su sano juicio bebería a esas horas?

Pero Jesse no tenía juicio… solo quería olvidar, de las molestias de su cuerpo, de las molestias de su corazón, así que tomó algunas botellas y las puso en una mesa, sabía que él no sabía beber y que con solo unas copas se le subía al cerebro y lo aturdía, pero no le importaba, comenzó a beber y a hacer gestos con unos licores que ni conocía, revolviendo todo, entre más pronto se emborrachara, mejor…

-¿Dónde se metió el cabrón de Jesse? – Murmuró Cedric a Draco cuando la clase comenzaba

-No lo se, no pase a verlo a su habitación

-¿Y tú porque no llegaste a las primeras clases?

-Porque me comí un postrecito – susurró mientras miraba a todos, efectivamente, Jess no estaba por ningún rincón

Claro que el cabroncito estaba copa tras copa, al principio, las primeras hasta asco le había dado, pero después, las pasaba por su garganta como si fuera agua simple, ya no sentía ni el sabor del alcohol, su cerebro se nublaba, sus ojos se inundaban de lágrimas, tanta responsabilidad, tener niños a esa edad, gustarle los chicos, uno en realidad que era imposible, era demasiado…

De repente, una estúpida idea se cruzó por su mente, se llevó una botella para seguir tomándola en el camino, ya era bastante tarde, pero había habido un seminario sorpresa y todos estaban encerrados en los salones de clases y no saldrían hasta las seis, por eso es que nadie lo había ido a molestar, sino, lo que era Draco y Cedric, ya lo hubieran ido a buscar y a llamarle severamente la atención

Ni los ángeles oscuros pululaban a esas horas, sin nefilim que molestar, pues no había diversión, pero si había uno solitario que caminaba medio chueco por los pasillos rumbo al elevador y se metió, mientras terminaba la botella y la tiraba en el suelo… En la torre, Luna y Terry ya se habían repartido las actividades, así que ella estaba con los niños en el salón de clases, con la puerta cerrada, mientras que Terry limpiaba el salón principal de actividades que era donde jugaban y pintaban o les leían cuentos

De repente, el elevador dejó escuchar su timbrecito anunciando que alguien subía y Terry esperó, imaginaba que eran Mione o Andrew… Pero en su lugar, vio al muchacho rubio que entraba en unas extrañas condiciones, se tensó ¿Qué no debía estar en clases? O mínimo en su habitación descansando, lo vio apoyarse en la pared y pensó que se sentía mal

Morphine, Blasphemy, SephirotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora