Orgulloso Silencio ©✔️

Capitulo 20

IVÁN

Deja que el te quite las ganas de vivir,  deja que ambos te conduzcan al abismo. Ese al que ella le gusta llamar: Orgulloso Silencio.

Me merecí aquella bofetada, pero con el dolor de mi alma tuve que dar aquella para estar convencido de que esas  palabras no eran parte de una pesadilla. Por que me sentí como si estuviera en una, solo que estando despierto. Me sentí en una especie  de deja vu. Incluso estando a cierta distancia de ella para evitar rozarla.

—¡Deja de seguirme! —Me grito entre lágrimas

—Vivimos en la misma dirección y por desgracia somos vecinos ¿como te voy a seguir?

—¿Por qué lo hiciste? — me preguntó  limpiando sus mejillas.

—¿Hacer que cosa? — me detuve al lado de ella y por instinto se apartó con brusquedad —¿Te vas a quedar allí parada?

—Que otra opción tengo.  No te quiero cerca de mi,  Iván — dijo con la mirada puesta en el suelo —¿No crees que ya me has hecho mucho daño,  ya?

—Nunca es suficiente para mi — solté serio —Además, eso no te lo crees ni tu misma.

Apretó los puños en sus costados, esa vez viéndome fijamente con odio en su mirada.

—¡Como no! Si siempre me haces hacer cosas en contra de mi voluntad.

Mis labios temblaron, reprimía una sonrisa mordiendome los labios por lo que acababa de decir.

¿En serio la obligo a hacer cosas que no quiere?

—En contra de tu voluntad ¿eh? — dije para reafirmar lo que dijo.

Asintió encogiéndose de hombros.

Me acerqué a ella sin importar lo tan letal que puede ser nuestra cercanía para mi, con tal de dejarle claro que,  apesar que haya ganado la partida: el juego seguía siendo el mismo y sigue jugándose a mi modo, pero esa vez cambiando las estrategias.

—¿Estas segura de lo que dices? — susurre en su oído.

Ella asintió.

—Bien. No te obligare a hacer nada que tu no quieras... — me acerque a sus labios, pasando mi lengua por la comisura de ellos.

—Por que serás tu la que ruegue por un beso mio,  mocosa.

🌜🌜🌜

Tenía que dejar de pensar ella,  estaba completamente mal y no se que debia hacer en ese momento para reparar ese error. Esa tortura China que comencé a vivir cada vez que la veía: con otro.

Yo tenía que buscar una solución y entre mis piernas, esa persona era la que menos esperaba tener algo esa noche...

—Iván ¡Para!

En cambio me encontré buscando algo que ni yo mismo supe que era,  estaba frustrado, cansado de tanto pensar. 

—Querias que te follara hace un momento ¿Ya no? — Fruncí el ceño. —Tienes miedo a que tu hermano te pegue.

—Cierra la boca.  Ingreido de mierda,  solo... — se colocó su blusa —Olvidalo quieres, solo fue algo que dije sin pensar.

—Mentirosa — la mire fijamente.

Volteo los ojos y empezó a recoger sus cosas; ella siempre habia sio así, organizada y centrada. Apartaba todo lo relacionado con las fiestasy su vida privada. Era una chica bastante alocada, pero formaba parte de una familia llena de privilegios que ni loca rechazaría por un simple capricho suyo: sabia apartar la locura de su futuro.  Queria ser más que exitosa. Me quedaba claro cada vez que hablaba en las clases,  queria crear su propio imperio bajo su mando, por como era y no como otros habian esperado que fuera.  Tenia liderazgo y sin dudas no fallaría en ser lo que soñaba para su futuro.