IVÁN
Los sentimientos hay que destruirlos, antes que te destruyan a ti.
-Dani MarcanoCaminaba lo más rápido posible entre la aglomeración de gente que se reflejaba esa noche. Entre las calles, esquinas y establecimientos de comidas. Disfrutando del último día de tan horrendo de año.
Por algún motivo mis ojos se detuvieron al frente de mi casa y se desviaron a ese lugar donde por unos instantes pude disfrutar del silencio que se reflejaba cada vez que me sentaba alli. Habia luz en esa habitación y solo de pensar que podría estar allí llorando o alistándose, me puso la piel de gallina. De verdad me encontraba bastante cansado para molestarla, o quizás para encontrar algo en ella que me seguia preguntando que era.
De repente aquella ventana se abrio y dejo ver a una chica envuelta en un sueter enorme que da aire de: "No me importa nada, váyanse todo a la mierda" sentarse en el respaldo del techo; di un vistazo alrededor para poder acercarme y cuando estuve a su alcance se percató de mi presencia. Solo que no dijo nada.
A mi lado la observé suspirar y deslizar entre sus dedos las páginas de un libro, sobre la portada presionando en sus manos un trozo de papel. Que de repente arrugo entre su palma destruyendolo casi por completo, presionando sus uñas en el. Hasta hacerse daño ella misma.Estaba demasiado tensa, su mandíbula se contrajo cada vez que intentaba tragar saliva para no... ¿Llorar?
Cuando las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, no tuve otra opción que tomarla por la barbilla. Solo por instinto. Se veia tan vulnerable que me conmovio el alma, me quemo el pecho. Senti algo dentro de mi pecho que me hizo sentir incomodo, pero que no me detuvo al intento de calmarla.
Sentí su piel tan suave y frágil entre mis dedos que deje de respirar: su rostro pálido llena de sus pequeñas imperfecciones y sus labios se veian tan húmedos y deseosos que, desee volver a probarlos...—¿Que crees que haces, Iván? — aparto mi mano de su barbilla con suavidad. Tomando un suspiro antes de continuar—Ya se porque te gusta estar aqui.
—Así ¿Por qué?
—Es tranquilo y solitario — volvió a suspirar mirándome a los ojos —Te gusta estar solo.
No conseguí que responderle a su inesperada conclusión, por que jamás pensé que me entendiera aunque sea un mínimo.
No habíamos tenido la oportunidad de hablar con normalidad y serenidad sin necesidad de insultarnos pero, después de lo ocurrido en su habitación y en la preparatoria no quería nisiquiera, pensar algo que no fuera aquello: por que en mi pecho sentía el fuego incandescente fluir por mis venas, los desesperados choques de mi corazón contra todo aquello que supongo que no tengo, volverse más grande e inevitable.Ella a mi lado trato de controlarse contra aquello que estaba luchando en ese momento. La abrace por que en lo más profundo de mi ser sentí ira al verla destruirse de esa manera.
«Llorar por un vacío no sirve de nada»
Me hubiese gustado haberle dicho, pero sabía que lo discutirá sin pensarlo dos veces, y lo menos que queria en estos momentos es discutir con ella.
La tome de las manos apartando aquel libro y ese trozo de papel, me lleve su cuerpo a mi pecho, lo envolví entre mis brazos y deje que llorara. Llorara hasta que se le agotaran las lágrimas.
—Tu me recuerdas a mi madre — dije con sinceridad.
Suspiré profundizadome en los recuerdos que me parecieron ajenos y tan lejanos. Hablar del pasado es algo que me costaba decirle a alguien más y por eso que jamás lo hice. Apenas conozco a Támara pero sin embargo, en ese momento obro en ella cierto afecto reconfortante que me motivo hablar.
—Cuando ella murió, fue como si mi mundo se acabara y fui considerado un ser despreciable por que jamás demostré que la quería. Ella nunca me pidió eso, en cambio, sabia que lo hacia con todo el alma. — tome un suspiro y continúe —Me aisle de todos por que pensé que alguien como yo no podría encajar en la sociedad y es por eso, que aveces me suelen detestar, aveces parece no importarme, pero hay en días que quiero hablar y no se con quien. Porque ella era la única que me escuchaba a pesar de todo.
Silencio.
No me atreví a obligarla a mirarme, por miedo a lo que podia ver en sus ojos. Por algún motivo que desconoci quise tener su compresión aunque no me la mereciera. Porque jamás me atrevo a entender a otro, cuando yo ni me entendía; mi orgullo lo destruyo todo y mi ego no me dejo ver más allá de mi mismo.
¿Acaso cometí uno de los peores errores de mi vida?
Podía sentir su respiración contra mi pecho, igual que lo húmedo de mi camisa por sus lágrimas que claramente gritaron desesperación.
Acomodándose en su posición normal. Su mirada se clavo en mi casa donde se escuchaban risas paranoicas de los presentes allí. Sentí como miles de vidrios se clavaron en mi pecho cuando la vi sonreí con tal destrucción que, sin duda me desnudo el alma por completo. Su sonrisa no era para mi, no me la merecia, por más que lo intente hacerla reír, por eso la detestaba. Eramos tan diferentes y a la vez tan iguales, que no podiamos simplemente coexistir en el mismo lugar. Con excepción de esa noche. Esa noche compartíamos de una manera extraña y sensata, el mismo dolor.
Suspiro aun sin decir nada. Volviendo a llorar y no supe que hacer esa vez, quise irme pero, por otro lado quería volver a tenerla entre mis brazos y dejar que el silencio se llevara todo de ella. Todo de ambos.
Cinco... Cuatro... Tres... Dos... Uno...
¡Feliz año nuevo!
Támara se deshizo entre mis brazos y empezó a llorar con mucha más fuerza. Como si lo que llevara por dentro la destruyera lentamente, con todo el dolor de su alma lloro, y no le importo que estuviese entre los brazos de la persona que despreciaba, con tal de dejar salir todo.
Cuando estuvo más tranquila, mi cuerpo busco manera de no alejarse de ella; el comienzó de ese día seria uno de los que no olvidaría, porque con el corazón destrozado me dedicó uno de los mejores abrazos.
Algo que yo no podía llegar a hacer ni que volviera a nacer.—Tamy... — susurro contra su oído sin importar lo tan incomoda que se pueda sentir con respecto a eso —¡Hoy es mi cumpleaños!
Ella abrió los ojos como plato por mi sinceridad, que tuvo que disimularlo dedicándome una leve sonrisa.
—¡Feliz cumpleaños! Iván — dijo al fin y volvio abrazarme.
El dolor me recorrió todo el cuerpo, tenso a su lado. Le toque los pechos y la nalgas sin pensar, colocando la mano con violencia entre sus piernas...
Abri los ojos y me tome un momento para adaptarme lo que mis ojos vieron a mi lado: el dolor vivo de mis pasadas atribuciones dormía como princesa, esperando que quizás, su príncipe la despertara.
Espere que algun afecto hacia ella saliera a flote entre mi pecho pero, no hubo nada. Nada lo que había sentido anoche, como si todo aquello hubiese quedado en la nada. En el vacío entre el silencio de nuestras respiraciones.
Me levante procurando no despertarla. Apenas pude recordar lo de anoche, su perfume, al igual que en pasadas ocasiones: me embriago, como si fuera esa droga que me atreviera a consumir todos los días.
Porque dicen: que los actos de amor a menudo expresan mejor los sentimientos que las palabras.Entonces ¿Que ella estaba haciendo conmigo?
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Ame este capitulo, no sé cómo expresar lo que sentí al escribir este capitulo.
Solo se que Iván es una bella persona cuando trata de decir lo que siente. Así que...
IVAN TE AMOOOOO
Voten mucho!!!
💜
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Orgulloso Silencio ©✔️
RandomOrgulloso silencio, es una obra que es destacada por su profundidad emocional y su capacidad para explorar los aspectos mas intimos de la experiencia humana. Con un estilo narrativo poetico y personajes bien desarrollados, ofrece una historia de ro...