Capitulo 21

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IVÁN

Tenia que admitir que lo que habia hecho Tamy fue sorprendente y no muy propio de ella, o talvez si. En el tiempo transcurrido no me di la oportunidad de conocer su lado amable y tierno, solo conocia dos facetas y si dolían.

No estaba mal despues de todo, trabajar despues de la preparatoria toda la noche en el bar que yo mismo incendie: me dio el privilegio de estar mas cerca de ella, escuchar su risa y verla varias veces morirse de la verguenza por mis palabras obscenas. Todo era perfecto hasta que llegaba Luke a recogerla, arrebatarmela de las manos como si no me perteneciera...

¿Que hacia yo alli si podria simplemente vivir mi vida como siempre la habia vivido?

A mi manera. Sin importarme una mierda, pero no, tenia que estar ella para demostrarme lo tan debil puedo ser cuando de amor se trataba.

—Señor. Ya llegaron las nuevas cajas de Champagne que ordeno — aviso Tamy a nuestro jefe.

Aquel no era un hombre viejo ni nada por estilo. Era bastante joven incluso para manejar un bar: que no habia fallado en el intento. Le aparentaba unos veinticinco años a decir verdad, era delgado pero con cada faccion de su rostro y cuerpo definido, tiene unos ojos azul cielo impresionante, que si me miran a mi como miran a Tamy: juro que me enamoraría y crearíamos nuestra propia historia de amor entre cajas de licores.

¡Esa sería mi fantasia sexual si fuera gay!

Por suerte o quizas ignorancia de Tamy, no habia notado como el la miraba. Hasta desde una distancia probable pude ver como se la come con los ojos. Algo que me molestaba. Si no fuera mi jefe y estaria trabajando para el: le partiría la cara sin pensarlo dos veces, ni una sola vez lo pensaría.

—Me tengo que ir ahora — dijo el jefe —Por favor se encargan de cerrar todo y... Ivan.

Me gire para mirarlo.

—No me incendies en el bar — dijo serio pero con algo de burla en su voz.

—No me deje ni una servilleta fuera de lugar en su oficina, señor — bromee un poco.

El solo se limito a sonreir y despedirse de Tamy. Como si fuera poco: un beso en la mejilla.

¡Es tu empleada!

Quise gritar pero sabia que ella me discutiría. Al irse el bello jefe que teníamos, terminamos por ordenar todas las mesas, recoger el desorden de los borrachos y dirigirnos a la barra a recoger tambien el desastre de los bartender.

Era imposible dejar de mirarla cuando se veia tan hermosa asi distraída. Con varios mechones de su cabello fuera de su moño alto que ya a esta hora era un desastre; me permití verla de una manera que jamas habia podido verla antes, pero sabia que desde esa noche en la celda en  estacion de policia algo habia cambiado entre nosotros.
No podia olvidar la manera en que nos besamos, en la manera en que mi boca recorrio su cuerpo a tal punto que, se habia convertido completamente en la droga que me permitiría consumir todos mis malditos dias...

—¿Que? — gruño ella. Pillandome que la estaba mirando demasiado.

—¿Cuando piensas hablarme de ti? — sonreí. Ella frunció el ceño —Me refiero a... Cuando me vas a decir por que carajos te culpaste de esto.

—A tu hermano se le veia demasiado preocupado, Iván solo eso — suspiro —Pense en tus sobrinos.

—Es una de las mentiras mas mentirosas que he escuchado en mi vida — rei como tonto —Querias estar conmigo porque te preocupas por mi ¿Cuando piensas aceptarlo?

Orgulloso Silencio ©✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora