Lena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl.
la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...
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Me sorprendió lo bien que se llevaron Jackson y el peliverde. Ambos estuvieron hablando por un buen rato, mientras yo me limitaba a enviar mensajes en el grupo que compartía con Mina, Sejeong, Yunjin y los hermanos Kim;Taehyung y Joshua.
Esos dos aman el chisme y Mina es de las que trae chisme para rato. Justamente ahora traía uno… Había visto a Wonyoung meterse con Yugyeom en uno de los restaurantes de la universidad. Y Taehyung le estaba preguntando a Mina que qué hacía ella en la zona de restaurantes sin avisarles para ir a cenar juntos.
Mina tuvo que confesar que estaba en una cita con Kim Namjoon. Y el grupo se volvió loco con audios y stickers de festejo. Era ya su segunda cita y todo parecía ir bien entre ellos dos. Nam parecía ser un tipo agradable y lo más importante, a ella la trataba bien e iba despacio.
Mina no lo paso bien con los chicos, así que me alegraba bastante de que él fuera bueno con ella. A pesar del poco tiempo que llevaba conociendo a Mina, se había vuelto una persona muy importante para mí. Sentía que por fin había encontrado una amiga de verdad, una sincera y que no buscase algo a cambio. Una amistad real.
No me entere de cuándo se había ido Jackson y me había quedado sola con el peliverde. Mi espalda estaba apoyada en su pecho, mientras estábamos en una de las tumbonas de la piscina. Él miraba el cielo entrando en la oscuridad de la noche e involuntariamente sus brazos rodeaban mi cintura. ¿Cómo no me había dado cuenta de esta posición?
Deje el móvil en mi estómago y me centré en observable. Él parecía tan concentrado en sus pensamientos, que ambos nos asustamos cuando bajó su mirada y estábamos a centímetros.
Algo que me parecía curioso de él, es que no suele besar, ni siquiera cuando estamos intimando. Tal vez ese gesto sea algo más personal para él o simplemente no le guste ese contacto físico. Aunque me sorprende después de lo sucedido en el vestidor.
Apartó su vista, con un leve carraspeo. Sonreí involuntariamente al saber que lo había puesto nervioso. Tenía pensado hablar, pero él se adelantó.
—- Tu hermano me cae bien, tiene bastante rollo. ¿Qué te pasó a ti?
—- Ja Ja… Debieron de hacerme sin ganas. —bromeé, aunque era algo que realmente pensaba.
Yo fuí ese intento fallido de mantener una relación que ya estaba rota.
—- Al menos para los tuyos no fuiste un error —disimuló su tristeza con un tono bromista.— Que les follen, los padres como los tuyos y los mios solo causan traumas.
Era algo que no podía negarle, la separación de mis padres llegó a ser un trauma por mucho que quiera pintarlo de rosa.
—- Que les follen… —susurré, sabiendo que él lo había escuchado.
El me sonrió de forma traviesa, acarició con delicadeza mi mejilla y la llevo hasta mi barbilla, donde fue un poco más brusco. Alzó mi barbilla y me besó de forma apasionada. ¿Me beso? Fue un beso extraño, intenso pero muy tosco, aparte de que casi me mete la lengua hasta la campanilla.
