Vi el Jeep aparcar justo en la hermandad de enfrente de la mía, justo como me dijo mi contacto, Lena bajo de este con Jungkook y otro tipo.
Me hirvió la sangre al verla con esos dos tipos. Por culpa de Yoongi me había pasado todo el puto día preocupado y con la necesidad de encontrarla.
Me puse en pie y no tardé en acercarme a ella furioso, más enfurecí cuando Jungkook se metió en medio. No dude ni un segundo en empujarlo, cayendo éste al suelo. Pero mi atención estaba en la chica, quien parecía muy asustada por mi actitud.
De ahí que no se atreviera a corresponder mi abrazo, cuando la rodee con mis brazos, sintiéndome al fin aliviado.
—- ¿Dónde diablos estabas? —dije desesperado cuando me separé un poco de ella y llevé mis manos a sus mejillas.— Estuve todo el maldito día buscándote preocupado Lena.
Era cierto que estuve todo el puto día buscandola, hasta que mi contacto me dijo que esta se había largado con esos dos en un Jeep negro. Por un momento sentí alivio de que estuviera bien, pero otro no pude estar tranquilo. No deja de haber un depravado sexual por el campus y puede ser literalmente cualquiera. ¿Y si es uno de esos dos? Por mucho que Yoongi conozca a Jeon, yo no lo hago. Yo solo vi las peores cosas que ese mocoso ha hecho junto a mí.
Cosas que Yoongi apenas sabe, pero yo sí.
—- Lo siento, no pensé que fueras a preocuparte después de como me… —la interrumpi con un beso.
Lo que menos quiero es que esos dos nos vean mal, tendré que estar más pendiente de esta mocosa, si quiero que Yoongi me de más libertad.
—- Vamos a casa amor, ya es demasiado tarde para que estés aquí fuera.
Intenté tirar de su brazo, pero ella puso fuerza para no moverse.
—- Yoon quiero quedarme en la hermandad.
—- Está bien, hablemos en mi habitación. —insistí.
No quería dejarla sola con ninguno de esos dos. El chico que no conocía se despidió de ellos y se metió en su hermandad justo enfrente.
Lena terminó aceptando entrar conmigo, pero Jungkook nos seguía de cerca. Antes de subir, me parece en la cocina a coger un par de cervezas. Después fui directamente a mi habitación. Cerré con seguro y le di una de las cervezas a la chica. Ella me miró confundida.
—- Ah no recordé lo del feto… Creí que sería bueno que habláramos, pero no puedes beber ¿no?
—- No debería hacerlo, aunque por un par de tragos no creo que pase nada. ¿Qué quieres hablar?
Ella tomó asiento en mi cama, con la cerveza en la mano. Yo opté por sentarme en la silla del escritorio y ponerla frente a ella.
Pegué el primer trago antes de comenzar a hablar, ella imitó mi acción, sólo que su cara puso una mueca de asco tras ese trago. Ni una simple cerveza aguanta.
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Ladrón de bragas +18
HumorLena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl. la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...