Lena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl.
la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...
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La primera semana en casa de los Min fue un poco rara, era la encargada de atender a Yeongi. Menos en mis horas de clase, que el peliverde se llevaba consigo al menor.
Lo gracioso era verlo dando clase con el pequeño abrazado a su pierna, mientras él intentaba explicar algún nuevo temario. Era demasiado gracioso.
En cuanto al señor Min, sigue en el hospital y no tiene pinta de que le vayan a dar el alta en un buen tiempo. El hombre está en silla de ruedas y no puede caminar, le hacen pruebas constantemente para ver si eso tiene arreglo o será indefinido. Woozi es el que más se está encargando de él, aunque Yoongi va todas las tardes a verlo.
Aunque estos días evita a toda costa dejarme sola, con lo sucedido con Hani. Él intentó restarle importancia, pero terminé viendo la gravedad del asustó por televisión. Pero un asesinato de esa magnitud es imposible de ocultar. Hani había sido violada y asesinada. ¿Quién había podido hacer algo así de grotesco?
Hani no era una chica que saliera mucho, mantenía a las chicas de la hermandad controladas incluso con una app por si alguna tuviera alguna clase de problema regresando de noche a la hermandad. Es triste que fuera ella misma la que terminará así de mal.
A esa trágica noticia le añadimos que ahora WonYang es la líder de mi hermandad. Agradezco tanto estar en casa de los Min, se que esa tipa me haría la vida imposible por quitarle el chico a su hermana. Las chicas están hasta las narices de esos dos demonios.
Por ahora tenemos toque de queda y las doce todos deben estar en sus hermandades a no ser que tengan algo importante.
Hoy era sábado, así que no había clase. Desperté sola en la cama, así que deduje que el peliverde estaría con Yeongi por la sala. Esos dos se pasan el día peleando. Me levanté con pereza y bajé a ver que estaban haciendo esos dos. En un par de horas tendremos que salir para la ceremonia de funeral que harán por Hani.
Nada más tocar el suelo de la sala esos dos empezaban una nueva pelea.
—- ¡¡¡Noongi!!! ¡No toques mis juguetes!
—- ¡No los dejes tirados! ¡Por tu culpa pise uno y ahora me duele!
Y de nuevo es una discusión tonta, se nota que son hermanos. Pero yo parezco su madre teniendo que regañarlos a los dos. En cuanto me vieron, no tardaron en meterme en medio.
—- Lenaaa, Noongi me robó mis juguetes. —lloriqueo el pequeño, mientras se aferraba a mi pierna.
Dirigí mi mirada hacia el peliverde, quien estaba de brazos cruzados y con una mueca de molestia.
—- ¡Te los quite porque no los recoges y lo dejas todo tirado! Podría haberme matado.
El peliverde es bastante exagerado, como va a matarte una figurita de perrito. Pero no debo meterme en el medio, el encargado de su crianza es Yoongi.
