Lena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl.
la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...
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Tras esa charla con Jungkook él tuvo que irse. Habíamos hablado un poco más acerca de la persona que le enviaba los vídeos y me explicó desde que zona fueron grabados.
Era algo que debía hablar con mi padre, él sabía que aconsejarme en esto. pero sabía que hoy no estaba disponible, Woozi me había mandado un mensaje de que seguían en el hospital. Tuvo un pequeño bajón y los médicos decidieron ingresarlo en el hospital unos días.
No sabía qué tan grave estaba, Woozi intentaba restarle importancia. Más ahora con todo lo ocupado y estresado que estoy.
Limpiaba la sala mientras Songi dormía, hoy me había levantado con ganas de arreglar y limpiar a fondo nuestra casa. Más sabiendo que alguien se había dedicado a grabarnos.
¿Quién lo hizo y con qué propósito? Era una pregunta que no dejaba de rondarme la cabeza.
—- Ah Holly, largo de aquí.
Apartaba al canino mientras intentaba limpiar su cama.
—- No discutas tanto con el perro, Yoon. No te entiende.
La chica se dejó caer en el sofá, el canino no tardó en subirse junto a ella y labrarme enfadado por tocar sus cosas.
—- Ese perro es demasiado pesado, lo debí dar esa noche.
—- Tonterías, a Songi le gusta tocarlo y gracias a él puedo salir a la calle unos minutos.
Eso era cierto, ese pequeño caniche es quien hace salir de casa a Lena por la mañana o al medio día. Por la noche me encargo yo, no quiero que ella salga a esas horas.
Termine de acomodar su cama, para centrarme en el castillo del gato. Eso sí que no lo había limpiado desde que lo compré, ni siquiera para traerlo aquí. A saber que tiene el gato metido en los huecos que tiene.
No la culpo, no soy de limpiar y no suelo hacerlo. Prefiero cocinar a tener que limpiar. Y en casa siempre hemos tenido servicio de limpieza.
—- Ja ja, que graciosa despertaste, bella durmiente. —Ella no tardó en rodar los ojos.— Quería limpiar un poco y ordenar todo lo que tu madre cambió de sitio. Hablando de ella, ¿Dónde está hoy?
—- Se fue esta mañana sin avisar y dejando a Songi sola… No se que pensar de ella, ahora mismo.
La miré, poniendo mis brazos en jarra.
—- Es tan extraño su comportamiento. Sigo sin entender por que me odia tanto.
—- Porque eres hombre y porque estás conmigo… Solo cree que me está protegiendo.
—- Oh vamos, como no te mate a embestidas no sé qué más puedo hacerte.
Ella no pudo evitar soltar una risita, llevándose la mano al puente de la nariz, como si yo no tuviera remedio. La verdad no lo tengo.
