El chico se apartó un poco de mis labios, dejándome apreciar su enorme sonrisa, sumándole sus ojos gatunos llenos de ese brillo especial que solo le había visto en el nacimiento de Songi.
Yoongi era una persona especial en muchos sentidos. Tenía sus defectos, pero él era perfecto a pesar de ellos. Era atento, detallista, protector, en ocasiones demasiado... Cariñoso, aunque él lo negara. Atrevido, paciente y un buen padre a pesar de sus inseguridades.
Escucharle decir que me amaba, me hizo sentir en una nube con cientos de arcoiris y unicornios por mi alrededor. Nunca había escuchado a alguien decirme eso, siendo sincero. Un "Te amo" Con su voz ronca resonaba en mi cerebro, haciendo eco en mi corazón.
No podía moverme, mis piernas no reaccionaban y sus brazos rodeaban mi cintura. Una parte de mi estaba dando saltitos emocionada, mientras que la otra estaba asustada. La última vez que un hombre dijo que me quería, terminé en el hospital deseando morir. Desee con todas mis fuerzas morir y tenía miedo de que esa Lena volviera.
Sabía que Min Yoongi no iba a golpearme nunca o a ponerme una mano encima. Pero el trauma estaba en mi cerebro y este no me dejaba pensar que yo pudiera ser importante o especial para alguien. Mi cerebro me hacía creer que no era suficiente para ningún hombre.
-- ¿Lo dices de verdad? -pregunté sintiendo mis ojos brillosos y apretando mis labios intentando no llorar.
El suavizó su agarré sorprendido por mi reacción, llevó con delicadeza su mano hacia mi mejilla y la acarició con delicadeza.
-- Lo digo de corazón, Lena. Te amo y nadie podrá cambiar eso.
Lo abracé con todas mis fuerzas dejando mi mejilla apoyada en su pecho y escuchando los rápidos latidos de su corazón. Él estaba nervioso, su corazón estaba acelerado y el mío palpitaba con fuerza.
-- ¿Entonces podemos llamarnos pareja?
Mi pregunta lo hizo reír, por cómo baja y subía su pecho. Acarició con delicadeza mi cabeza, dejó un pequeño beso en esta y después apoyó su mejilla cubriendo mi espalda con sus brazos. Me sentía protegida y calentita entre su calor corporal.
-- Creí que ya lo éramos. Pero si podemos llamarnos pareja, espero que pronto pueda usar otro término para ti. Sonaría bien llamarte señorita Min o decir "mi mujer". ¿No crees?
No podía creer lo que estaba diciendo, debía estar borracho para decir tal cosa.
-- ¿Hablas de casarnos? ¿Estás seguro de ello?
-- ¿Seguro de querer pasar el resto de mi vida contigo? -hizo un parón, parecía estar pensándolo.- Si, obviamente quiero pasar el resto de mi vida contigo.
-- Pero es apresurado.
-- Lo sé y no sería ahora. Primero debes terminar este nuevo año académico y dependiendo de tus notas, nos casamos.
ESTÁS LEYENDO
Ladrón de bragas +18
HumorLena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl. la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...