Lena una joven de apenas veinticuatro años, se muda a un barrio residencial tras matricularse en la universidad de Seúl.
la joven tras pensarlo mucho, alquilo una habitación en una de esas casas residenciales. Se podría decir que era un barrio de c...
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Me llevé al pequeño a la habitación de al lado de la mía, era la que estaba adaptada a él. Este se iba riendo mientras lo llevaba sobre mi hombro, lo solté sobre su mini cama y me crucé de brazos.
—- Debes dormir ya. —ordene.
Pero el mocoso solo reía pidiendo que lo tirara de nuevo en la cama.
—- ¡Quiero más Noongi!
—- No, no. Debes dormir, venga a la cama ya.
—- No quiero. Quiero ir con Noona, no quiero estar solo.
—- No estás solo, nosotros estaremos en la habitación de al lado… —al niño no le convenció.— Me quedaré contigo hasta que te duermas ¿Vale?
Me hice hueco en la mini cama y él se tumbó abrazándome. No estaba acostumbrado a tanto afecto, solo era así con Lena. No se cuanto tiempo tendría que quedarme con el mocoso, ni si mi padre podría hacerse cargo de él tras su salida del hospital.
Hablé con Woozi antes, la operación salió bien, pero aún debían hacerle más pruebas hasta saber si podrá caminar o no. Mínimo un mes tendría que estar en el hospital y su recuperación tardará más, por muy rápido que le den el alta no podrá hacer vida normal hasta pasado un tiempo y eso si resulta que sí puede caminar.
Quería una vida tranquila y ahora me encuentro como subdirector de una universidad y encima tutor de un niño. Sin duda iban a ser días duros, Woozi iba a hacerse cargo de nuestro padre y Yunjin se irá turnando con el. Prefería al mocoso siendo sincero, si debo cambiar pañales a alguien prefiero hacérselo al pequeño.
—- ¿Noongi y si viene un monstruo mientras duermo?
—- No vendrá nadie, como mucho el señor gato que anda suelto por la casa… duerme Yeongi por favor… Necesito follar —susurre lo último.
—- ¿Qué es follar? —preguntó alzando su cabeza hacia mí.
Lo miré abriendo los ojos más de la cuenta.
—- Ah no hermano, eso no me corresponde responder a mi… Pregúntele a papá cuando vuelva, o a Woozi.
—- ¿Tu eres mi papá ahora?
—- Soy tu hermano mayor, dejemos las preguntas para mañana ¿Vale?
Solté un largo suspiro y al fin pareció empezar a dormirse, daba leves golpecitos en su espalda deseando que se durmiera lo más rápido posible. Pero terminé quedándome dormido hasta yo.
Desperté con un leve dolor de espalda, aparte con cuidado al pequeño, para no despertarlo. Al levantarme de esa mini cama tuve que estirarme y caminar con la mano en mi cadera por el dolor. Llegué a mi habitación donde Lena dormía, me acerqué a la mesita de noche y agarré su teléfono para mirar la hora. Eran las cuatro de la mañana, pero mi calentón no había bajado y menos al ver lo ajustado y corto que era el pantalón que Lena usaba de pijama.
