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Y no me equivoqué, pasadas las cuatro de la mañana seguíamos en la fiesta

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Y no me equivoqué, pasadas las cuatro de la mañana seguíamos en la fiesta. Él había hablado ya con varios hombres trajeados y les había dado bolsitas de las suyas. Ahora de hecho estábamos con el dueño de la fiesta, sentados en una zona vip cerca de la piscina. Intentaba mantener mis ojos abiertos, pero el sueño me estaba ganando. Me había tomado algunas copas, pero ni eso ayudaba a mantenerme serena.

-- ¿Que me has traído esta vez Suga? -preguntó él chico que pasaba de los veinticinco años mínimo. - Aparte de esta belleza que te acompaña. ¿Viene incluida?

No sabía si esconderme detrás del sofá o si tirarle el tacón a la cabeza. Este tipo se supone que está con WonYang. Y esta está a unos metros hablando con su hermana y otras dos chicas, mientras toman de sus copas y están en bikini.

-- Me temo que ella no entra en el trato, es mi novia... Pero te traigo cositas interesantes, tenemos una nueva pastilla que consiste en anfetaminas y MDMA. -sacó la bolsita con dos pastillas de color moradas y con forma triangular. - Y también traigo Mefedrona con una nueva versión en color rojo.

Saco de nuevo otra bolsita con dos pastillas esta vez rojas y con forma de pene. ¿Es necesaria esa forma? Ni siquiera sé de qué drogas se tratan, me sacan de la Maria y de la coca y no tengo ni puta idea.

-- ¿Cómo puedo fiarme de que sean buenas?

-- ¿Alguna vez te he traído algo malo? -contraataco el peliverde, apoyando su brazo por detrás de mis hombros.

-- No, pero el mercado cada vez trae más competencia. Tengo una idea, mi chica y tu chica probarán la mercancía. Si es buena te pillaré todas las que tengas el resto del curso universitario.

El tipo llamó a Yang, quien se acercó junto a su hermana y el grupito de chicas. Yo entre en pánico ¿¡Cómo qué drogarme!? Nunca lo he hecho y si alguien me pillara sería el fin de mi carrera totalmente limpia. Para entrar en conservatorio son muy estrictos y debes tener limpio hasta el ano. Mi madre me lo dice constantemente "Hasta que no entres al conservatorio no la cagues, cuando ya estés dentro, haz lo que te salga del chichi". Ella tan poeta...

Miré al chico asustada, él también estaba confundido con la situación. Está claro que no entraba en sus planes.

-- ¿Es necesario que lo pruebe ella?

-- Si, si mi chica lo toma la tuya también. Si no, no hay trato.

Dos tipos muy grandes y de negro aparecieron tras el, si esto salía mal dudó que nos lleven a caballito a la salida.

-- Lo haré. -Solté con la voz bastante nerviosa.

Intentaría vomitar esa mierda lo antes posible. ¿Qué me hará eso? Ah prefiero no saberlo.

Di gracias mentalmente a Yang por elegir las moradas, las otras no eran nada bonitas. Y a saber qué efectos secundarios tendría una pastilla con forma de pene. Agarré la morada con las manos temblorosas, curiosamente no sabía mal. La trague con ayuda de una copa que tenía el chico y enseñe la lengua, ya que el tipo esperaba que lo hiciera como su novia.

Ladrón de bragas +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora