Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si sus mandíbulas no hubieran estado unidas al resto de sus cabezas, estarían en el suelo en ese preciso momento. El cabello castaño de TaeHyung había sido reemplazado por completo por un hermoso verde platinado que contrastaba con sus cejas y ojos cafés, su pecho desnudo era adornado por pequeñas escamas, generando un efecto de joyas incrustadas en su piel canela, y su larga y ancha aleta poseía un intenso tono esmeralda de gran matiz y luminosidad.
JiMin era una historia totalmente distinta pero igual de hermosa. Su cabello rubio flotaba con cada caricia del agua, sus ojitos castaños habían adquirido un precioso tono miel que hizo juego con su piel natural, tenía pequeños destellos entre sus hombros y clavículas y su aleta resplandecía el océano con cada movimiento, iluminando sus escamas doradas.
—¿Qué tal, chicos, amor mío? ¿Nos echaron de menos? —bromeó TaeHyung con una gran sonrisa en los labios.
—¿Tae...? ¿D-De verdad eres tú? —musitó HoSeok al borde del llanto.
—Lo soy, hyung —le aseguró tranquilamente—. Un poco distinto y medio traumado por el cambio, pero yo a fin de cuentas.
HoSeok soltó una risita pequeña y asintió. A través de lazo, pudo percibir sus emociones, le comunicaba su alivio y felicidad, así como también todo su amor y cariño. La calidez del contacto logró desvanecer poco a poco el miedo y el nerviosismo en su interior, permitiendo que en su pecho surgiera la calma en medio de la tormenta.
—Minnie... —YoonGi posó lentamente la palma de su mano en la barrera, la imagen frente a él era demasiado irreal para creerla, ¿de verdad su pareja estaba ahí? ¿En medio del océano? Es decir, lo habían hablado antes, sabía que para que el hechizo funcionara debían estar ambos en el mar, sin embargo, hablar y hacer eran dos cosas totalmente distintas, más si tomaba en cuenta del miedo de JiMin al océano.
—Hola, hyungie —A pesar de la situación, sus labios esbozaban una sonrisa dulce y tranquila y su mano permanecía fija sobre la barrera, buscando la suya en silencio—. Sé que solo pasaron unas horas, pero te eché de menos... —confesó con un sutil rubor en sus mejillas.
YoonGi sonrió y sorbió su nariz.
—Y yo a ti... Amor, ¿estás bien...?
—Mi fobia no se compara al miedo de perderte, hyung —le aseguró con seriedad y los ojitos del mayor brillaron con intensidad—. Además, estás aquí, ¿no? Cualquiera cosa, sé que me cuidarás del Mar.
El tritón asintió en medio de un sollozo y le sonrió con cariño. SeokJin tenía razón, su relación era mucho más fuerte que el miedo y el Caos, su cariño, confianza y amor era lo que les había permitido llegar hasta ese punto y nada sería capaz de separarlos. JiMin estaba en el océano, dispuesto a darlo todo por salvar ese mundo y a sus seres queridos, y él también haría lo mismo por protegerlo y acabar con el Caos.
—¿... Y yo estoy pintado o qué? —bromeó JungKook de la nada. Los rostros de los mayores se tiñeron de rojo y se separaron de la barrera como si fuera fuego, logrando que el menor estallara a carcajadas.
