Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
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—... Mark, sí, lo sé. Yo también te quiero. Pero tu novio es un grandísimo idiota —aseguró SeokJin mientras hablaba por teléfono con el joven—... No, no vengas a acusar a Nam de amenazarlo. Fue él quien no se comportó como debía. Mark... Oh, por Dios. Ambos sabemos como puede ser Jackson...
El mayor no dejó el celular de lado por varios minutos, dispuesto a recibir una pequeña disculpa por parte del vampiro hacia sus amigos. En la sala, los hermanos lo veían dar vueltas en círculos, en lo que NamJoon se mantenía pegado a la laptop, leyendo el último libro que le mandó su jefe para editar, dejando de lado todo el ruido externo y enfocándose únicamente en escribir.
—... Ya, bien. Si no se va a disculpar, al menos que tenga la decencia de mantener la boca cerrada y evitar preguntas incómodas la próxima vez que nos veamos... ¡Tú te callas, Jackson Wang! —gritó de repente, logrando que los príncipes pegaran un salto sorprendidos— Me importa bien poco que tengas más años que yo. Vuelve a acercarte a mis chicos y me encargaré de envenenarte por un maldito mes, ¿oíste? Bien. Vete al infierno... Sí, Markie. Hablamos después... —contestó suavizando su expresión— Ajá, yo también te quiero... ¡Muérete dos veces, Wang! —Colgó la llamada luego del último grito, casi tirando el celular al sofá, para después beber de un trago el whisky en su vaso, soltando un suspiro de alivio— Idiota. ¿Alguien quiere alcohol? —preguntó a los demás, que negaron lentamente— Yo sí, lo necesito.
Lo observaron irse en silencio a la cocina, soltando maldiciones bajas en francés.
—... Jin hyung da miedo enojado. —comentó JungKook en un susurro, siendo apoyado por los demás.
—A mí me preocupa que le gritara a Jackson. ¿Y si le hace algo? —preguntó HoSeok preocupado, fijando la mirada en NamJoon.
El moreno lo miró un segundo antes de encogerse de hombros.
—Jin sabe defenderse muy bien —les aseguró sin dejar su trabajo de lado—. Estuvo casi dos años en el servicio militar, que es un equivalente al entrenamiento para ser un guardián en el mar —explicó tranquilo. Los príncipes se sorprendieron ante su declaración y su mandíbula casi cayó por eso—. Puede patearle el trasero a alguien sin problemas y eso incluye a Jackson.
—¿Lo dices en serio? —dijo YoonGi incrédulo.
NamJoon rió.
—Que no los engañe su cara hermosa y conducta aniñada. Jinnie está a la altura de un capitán general. No dudo en que podría enfrentarse y ganarle a Dakho si se lo propusiera.
—Ay, por los mares.
Los guardianes también tenían su propia subdivisión en el océano. En la cima, estaba la guardia real, conformada por cinco miembros, todos ellos eran capitanes con sus propios escuadrones y uno llevaba el título de capitán general, liderando al equipo principal. Además, estaban otros capitanes externos que se encargaban de liderar a sus escuadrones en los trece clanes, por debajo de ellos se encontraban los tenientes, los cuales eran los segundos al mando y, finalmente, el resto de los soldados.
