Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
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—Bien, ahora viene lo bueno. —dijo SeokJin parado frente a los hermanos, que se encontraban sentados en los sofás.
JungKook se había lanzado sobre el más grande, acostándose sobre él, HoSeok se le tiró encima y YoonGi eligió uno individual, dejando el otro libre para la pareja.
—Vamos a ver películas hasta que nuestros ojos se cierren. —aseguró obteniendo gritos de victoria del segundo y tercer príncipe.
Les había explicado cómo funcionaba el televisor y el cine, ganándose fácilmente su curiosidad, más aún cuando les dijo generalmente se comían cosas dulces y saladas distintas a las que habían probado antes para acompañar el momento.
NamJoon estaba terminando de lavar los platos, mientras él ordenaba las palomitas y galletas saladas en la mesa, junto a unos vasos de jugo.
—Vamos a comenzar con la clásica.
Y por su tono, los hermanos sospecharon que había algo oculto.
El moreno salió entonces de la cocina.
—Dime que no les pondrás la que creo —El humano sonrió—. ¡Oh, por los mares! Vas a hacer que pierdan todo el interés en el cine.
—Claro que no —contestó indignado—. ¡Además, es un clásico! Y encajan muy bien en el perfil, especialmente Hobi. —El aludido ladeó la cabeza, confundido.
NamJoon bufó.
—Si se van en tu contra, no te voy a defender. —le advirtió sentándose.
SeokJin rodó los ojos, sin embargo, apartó lo más lejos que pudo un florero y se aseguró de que todas las llaves estuvieran cerradas.
—Ahora sí. Caballeros, les presento a "La sirenita".
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—¡Qué idiota! —exclamaron YoonGi y JungKook al mismo tiempo cuando vieron como renunciaba a su aleta para poder ver a un humano.
SeokJin se retorció de la risa entre los brazos de su pareja. Pensó que juzgarían en silencio la película como NamJoon la primera vez, pero se equivocó, dos de los hermanos ya la habían catalogado como la sirena más estúpida en todo el océano, mientras que HoSeok refunfuñaba diciendo que no merecía tener el cabello rojo, porque era fea y tonta, y que lo insultaba porque él jamás abandonaría su voz.
