Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
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—¡YuGyeom!
El chico pegó un brinco al escuchar su nombre mientras terminaba su trabajo limpiando las mesas. JungKook se acercaba a él con una sonrisa y dos rebanadas de pastel.
—Por todos los bosques, debes dejar de hacer eso. —lo regañó con una mano en su pecho, sintiendo el latido acelerado de su corazón.
—Perdón, perdón —contestó entre risas—. Es solo que pensé que podríamos comer algo antes de que te vayas a casa. Además, ¿qué es eso de "por los bosques"? —cuestionó divertido, dejando la comida sobre la mesa y sentándose.
YuGyeom rodó los ojos, acababa de limpiar, sin embargo, decidió imitarlo sabiendo que no lo dejaría en paz hasta terminar con ambas porciones de pastel.
—Lo mismo que cuando dices "por los mares", solo que la versión de la Tierra. —le explicó.
—Hyung dice "Dios", a veces.
—Eso es porque la mayoría de los humanos tiene internalizado el concepto de un ente todopoderoso que se llama así.
—¿Y existe? Una vez le pregunté a Jin hyung por él, pero me dijo que era más que nada una expresión según sabía.
—Mhm... —murmuró pensativo, llevando una cucharada del postre a su boca, gozando del sabor en su paladar antes de contestar—. No estoy seguro. Sé que algunas brujas o hechiceros se encomiendan a dioses de distintas culturas para realizar algunos hechizos, pero nunca he escuchado que ese dios católico sea uno de ellos.
—¿Las brujas no trabajan solo con la magia de la Tierra como en las películas? —YuGyeom soltó una risita ante su expresión sorprendida.
—No todas. Algunas sí, sobre todo las que llevan la brujería en la sangre, pero hay otras que la practican mediante una conexión con un ente. Es algo más que nada opcional.
—¿Y qué hay del resto de las criaturas en la Tierra?
—¿Sigues tratando de averiguar qué soy? —inquirió de vuelta al darse cuenta de su insistencia. JungKook asintió sin molestarse en ocultarlo— Ríndete. La variedad de seres sobrenaturales en la Tierra es mucho más extensa de lo que podrías imaginar.
—No quiero —dijo con un pequeño puchero—. Es injusto que supieras mi naturaleza apenas me viste y yo aún no adivine la tuya.
—Bueno, eso es porque de todas las criaturas marinas, solo las sirenas se parecen a los humanos, poseen magia y pueden salir del mar sin morir por asfixia. Fue sencillo saberlo.
—Presumido —bufó al ver su mirada de superioridad—. ¿Y si digo cosas al azar y acierto?
—Ya te lo dije. Aunque lo hagas, no lo voy a admitir.
—¡Uff, eres imposible! —protestó dejándose caer contra la mesa. El menor soltó una carcajada divertido.
SeokJin se acercó a ellos entonces, ya se había cambiado el uniforme y vestía una camiseta blanca con un jeans azul. No quedaba nadie más en el local además de ellos tres, así que se permitió cerrar la cocina luego de lavar los utensilios para cortar el pastel que pidió JungKook.
