Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
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-¡Ah! -La queja de YoonGi se perdió en el agua cuando cayó contra el duro coral, y poco después, sus hermanos lo siguieron al interior de la cueva con un brusco empujón de los guardianes.
Kimi se encargó de crear otra barrera en la única entrada, ante el asombro de los príncipes el Mar obedeció sus órdenes, encarcelándolos en el interior, e incluso cuando hicieron el esfuerzo por quitar el obstáculo, este se mantuvo intacto.
-No hace falta que gasten sus energías en intentos inútiles, príncipes. Me he apropiado del Mar incluso por sobre ustedes.
-¿Cómo pudiste...? -masculló JungKook enfadado- ¡Él no te ha dado ese honor! ¡No tienes el derecho de usar sus aguas!
-Me temo que ni usted ni él pueden decidirlo en este momento -dijo tocando suavemente el collar en su cuello-. Por suerte para mí, salvaré a su gente y a sus habitantes tal y como Darya... Estoy segura que entonces sí seré digna de él.
-¿Y cómo piensas hacer eso, eh? -la retó HoSeok, respirando profundo para calmar la ira creciente en su interior.
Una sonrisa perversa se formó en sus labios, erizándoles la piel, su plan era mucho más perverso de lo que sabían los guardianes, pero aún los necesitaba para cumplirlos, así que tendría que ordenar que nadie se acercara demasiado a la celda mientras terminaba los preparativos.
-Bueno, su alteza -comenzó a decir en un tono de falsa diversión-, los recuerdos decían que debían haber un par de sacrificios y contando al rey, ya poseo al menos tres corazones de la realeza para el Caos. Quizás cuatro, eso depende de su decisión, príncipe HoSeok.
-¿Cómo dices?
-De si está dispuesto a ser mi compañero.
El tritón apretó los dientes, sintiendo como todo su interior burbujeó en cólera, no había peor insulto para su instinto que rechazar y engañar a su compañero con otra persona. Sus ojos destellaron de carmesí e incluso la joven retrocedió levemente ante los pequeños pero violentos remolinos que se formaron a su alrededor.
-¡Jamás vuelvas a decir semejante estupidez! -sentenció enfadado- ¡Mi pareja es y siempre será TaeHyung! ¡Ni muerto me quedaría contigo!
El lazo en su pecho volvió a aparecer reforzando su declaración y la sirena golpeó furiosa la entrada de la cueva. Esperaba que no estuviera unido al humano, incluso al sentir un olor distinto en él, se negó a creerlo, pero el lazo le presentaba una verdad innegable, el alma de HoSeok y la de TaeHyung estaban unidas.
-Como quieras -siseó con desprecio-, si no puedes ser mío, no lo serás de nadie.
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