Extra: Cuando te conocí

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Busan

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Busan. Hace cuatro años.

NamJoon tenía tan solo dieciocho años cuando conoció a SeokJin, hace poco había completado su entrenamiento como fidēle desde que YoonGi se lo pidió tres años atrás, así que de manera oficial tenía el permiso de conocer el mundo humano si así lo deseaba. De más está decir que los príncipes quisieron colarse en su primera expedición, pero NamJoon los conocía, al igual que su padre. Además, las normas eran claras, no podían subir a menos que tuvieran veinte años y fueran acompañados por su fidēle, el cual debía manejarse en totalidad en el mundo humano. JungKook y HoSeok de por sí quedaban fuera del rango etario y YoonGi quedaba descartado puesto que NamJoon era un novato en la Tierra.

Es por eso que el joven se aventuró solo a Busan, confiando en los conocimientos transmitidos por su hermana y los antiguos capitanes del escuadrón general.

La primera vez que subió a la superficie, estaba mucho más nervioso que en cualquier otra ocasión. Las manos le sudaban, su corazón latía a un ritmo acelerado y cada pequeño ruido a su alrededor erizaba su piel, obligándolo a esconderse por instinto bajo el agua. Le tomó varios minutos tranquilizarse, ponerse bien la ropa, que consiguió gracias a Jisoo, y escalar el muelle.

La luz de algunos postes a la distancia lograba iluminar levemente el lugar, el frío viento de inverno soplaba con fuerza e incluso él, como tritón, sintió un escalofrío pasar por su espalda debido a las bajas temperaturas.

Con curiosidad y cuidado, dio sus primeros pasos en ese nuevo mundo, recorrió la playa sin alejarse mucho del agua y teniendo la precaución de no acercarse demasiado a las construcciones de los humanos. La caminata duró varios minutos, quizás horas, NamJoon se aventuró a ir por toda la costa, observando con fascinación la cantidad de artefactos, paisajes y animales desconocidos que encontraba en el camino. Solo cuando el sol se asomó por el Este, regresó a su hogar, con una agradable y burbujeante sensación en su pecho que lo impulsaría a probar esa experiencia una vez más.

La segunda e incluso tercera ocasión que subió, experimentó la misma atracción por la Tierra que la primera vez, e incluso se animó a recorrer las cercanías de la ciudad, caminando de un lado a otro, pero aún sin alejarse en exceso de la costa. Sin embargo, fue a la cuarta subida que su rutina se estropeó. Por costumbre y precaución, solía dejar su ropa oculta en el muelle, hasta entonces siempre la encontró en el mismo lugar, intacta, no obstante, en esa ocasión su ropa había desaparecido por completo.

Por varios instantes maldijo en voz baja, buscando con desespero alguna prenda, aunque fuera pequeña, pero no pudo hallar nada. Iba a soltar un pequeño grito de frustración cuando de la nada, oyó una voz tranquila en la superficie del muelle. Se tensó de inmediato, preocupado por hacer un ruido que alertara a la persona sobre él, aunque pasados unos instantes, la suavidad de aquella voz comenzó a llamar su atención. NamJoon escuchaba con claridad la pequeña melodía, las palabras en ella eran pronunciadas en pequeños susurros que a momentos solían adquirir un tono particular, que resultaba muy agradable para sus oídos.

Under the Sea - myg & pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora