Cuando el océano peligra y el balance vital entre las tres grandes entidades del mundo se ve roto, solo el sacrificio de dos corazones podrá restaurarlo.
JiMin es solo un humano con horribles pesadilla y un profundo miedo al océano. Mientras que Yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se sentaron a la orilla del mar, contemplando esa masa casi infinita de agua extendiéndose más allá de lo que podían ver sus ojos. JiMin se cubrió con su chaleco al sentir una ráfaga fría de aire contra su piel, YoonGi, por el contrario, no se inmutó en lo más mínimo, estirando las piernas hacia el océano, disfrutando del agua rozar su piel.
-¿De verdad crees que existan las sirenas, hyung? -le preguntó abrazado a sus rodillas.
-Sip -afirmó-. El mar es gigantesco y solo se conoce una parte.
-¿Y crees que sean malas? ¿Que hechicen a la gente y la ahoguen? -preguntó con la voz un poco temblorosa. YoonGi tomó su mano, dándole un pequeño apretón.
-En lo absoluto. Creo que cada criatura tiene la libertad de elegir ser buena o mala, no es algo que se dé por naturaleza. También creo que las épocas en las que vivimos influyen mucho en cómo somos, los piratas no eran precisamente un amor y eran humanos.
-Tienes razón...
Se quedaron un tiempo más de esa forma, simplemente sentados a la orilla, escuchando el sonido de las olas al romper. JiMin observaba el bonito reflejo de la luna en el mar y YoonGi se mantuvo a su lado en todo momento, a pesar de que su instinto tiraba de él hacia su hogar, se quedó con el menor, disfrutando juntos del silencioso ambiente.
Poco a poco, el viento fue desapareciendo, nubes grises cubrieron el cielo. Para cuando el tritón se percató del cambio de aroma en el aire fue demasiado tarde, rápidamente comenzaron a caer algunas gotitas de agua del cielo, iniciando una lluvia veraniega.
-Oh, oh -murmuró JiMin levantándose junto al mayor-. Creo que debemos irnos.
Corrieron refugiándose de la lluvia con los chalecos sobre sus cabezas, tratando de evitar las pozas que se estaban formando en el suelo.
-¡Mierda! -gruñó YoonGi al detenerse en un paradero. Quiso buscar el número de NamJoon entre los contactos cuando le llegó un aviso de una aplicación en donde advertían el retraso de casi una hora de los autobuses debido a una congestión en la ruta- No sé si podamos llegar hasta allá sin terminar empapados.
-P-Podemos ir a mi casa, si quieres, hyung. T-Te prestaré mi ropa para dormir -No podía dejar de temblar. Sentía sus extremidades entumecidas por el frío repentino y la poca ropa que llevaba. Cada vello de su cuerpo estaba erizado, tenía la nariz y las manos rojas, así como los labios levemente azules. YoonGi lo miró preocupado y se quitó la chaqueta, cubriéndolo-. ¡H-Hyung, te enfermarás!
-No lo haré -le aseguró palpando suavemente su rostro, sintiéndolo frío-. Tengo buenas defensas. ¿Hacia dónde queda tu casa? Pediré un taxi.
JiMin le dio la dirección y no tardó en contactar a un vehículo. Luego, abrazó al menor tratando de abrigarlo, frotando sus manos contra su espalda en busca de generar un poco de calor. JiMin ocultó el rostro en su cuello, no sabía porqué no estaba congelado como él llevando menos ropa, pero en ese momento prefería disfrutar de su calor más que buscar una explicación.
