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Reuniones y respuestas (Parte III)

Luego de que Tammy me ayudara a aclarar mi mente (por decirlo así) continuamos hablando un poco más, aun sobre la cama, pero más relajados que antes. Me contaba sobre cómo había conocido a Ulises, y de lo divertido que había sido eso para ella.

—La mayoría evita hablar con él. No tiene la expresión más sociable que digamos, y si le sumamos que cuando te mira parece querer matarte, bueno... No tiene muchos amigos.

—¿Y cómo se hicieron amigos?

—Por un lápiz.

—¿Un lápiz?

—Sí —confirmó—. Ambos vamos al mismo taller de refuerzo, un día teníamos un examen y yo había perdido mi lápiz, y nadie más tenía uno extra. Entonces de la nada Ulises se levantó y le dijo a la profesora que tenía que ir al baño.

—Se quería escapar del examen —supuse. Ella negó.

—Ulises no se pierde los exámenes aunque deteste hacerlo. Es uno de los mejores alumnos del Instituto.

—¿Entonces?

—Bueno, la profesora le dijo que se aguantara hasta que terminara la clase, pero él no se detuvo y comenzó a explicarle todas las posibles complicaciones urinarias que podría sufrir por no ir al baño a tiempo.

No comprendí muy bien que relación tenía eso con lo del lápiz. Tammy regresó su vista a mí, uniendo las manos en su regazo con otra media sonrisa. Parecía un recuerdo especial para ella, sus ojos lo decían.

—La verdad fue que armó todo ese espectáculo para salir a conseguirme un lápiz —contó—. Caminó a mi mesa y solo dijo: toma. Fue gracioso y a la vez tierno viniendo de alguien como él ¿sabes?. Al salir me lo encontré en la cafetería, quería agradecerle, así que le compré un jugo.

Soltó sus manos. Esta vez su sonrisa se agrandó por completo.

—Aún recuerdo que pasó la mirada del jugo a mí y me dijo: "Si me vas a dar de beber, asegúrate que sea algo que posiblemente me mate". —se encogió de hombros—. No lo sé, ¿cómo podría explicarlo? Creo que lo amé de un momento a otro.

Me quedé pensando en eso último: «Creo que lo amé de un momento a otro». Debí suponer que tenían una especie de relación. Por la manera en la que hablaba de él, por las miradas y el abrazo que se dieron al llegar... Era obvio, ¿no?

¿Pero por qué eso me disgustaba?

Yo no sentía nada por Tammy. Era linda y agradable. Cualquiera disfrutaría estar cerca de ella pero yo ya tenía a Paula y es era la chica a la que siempre había querido. No podía sentir algo por Tammy cuando todo lo que sentía era por Paula... ¿verdad?

Tammy sacudía la mano frente a mi. Yo sacudí mi cabeza para olvidar ese pensamiento.

—Deberíamos ir con los demás —propuse, cambiando de tema—. Ya estoy más calmado.

Ella asintió y salimos de la habitación. Todos seguían tomando café. Karla y Katiana hablaban con Márcell y Ulises tenía frente a él, cinco tazas sobre la mesita, aparte de la que sostenía. Me pregunté como alguien podía tomar tanto café.

Nos reincorporamos. Miré a Márcell y le di una media sonrisa. Comprendí que no debí decirle lo que le dije, al igual que Joseph, él era mi mejor amigo y debía comprenderlo.

Desde ese punto, en el cual estaba más relajado, me sentía más seguro. Después de unos segundos en que pasé la mirada sobre cada uno, hablé.

—Necesitamos saber que era eso que Joseph tenía en su teléfono.

HEIDREN [Iguales: Libro 1] (Completa ✓) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora