**Capítulo Uno: Día de Verano**
Ninvarty se despertó temprano esa mañana de verano. La luz del sol se filtraba suavemente a través de las cortinas de su amplia habitación, iluminando el espacio con un resplandor cálido y dorado. Sus ojos azules, como el cielo despejado, se abrieron lentamente, y una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar que no tenía ninguna obligación ese día.
Ninvarty era una adolescente de dieciséis años, conocida no solo por su belleza, sino también por su bondad y generosidad. Su familia era una de las más adineradas de la ciudad, y vivían en una enorme mansión rodeada de jardines exuberantes y fuentes que cantaban al compás del viento. A pesar de la riqueza y los privilegios, Ninvarty siempre se mantenía humilde y amigable con todos.
Se levantó de la cama y se dirigió al balcón, desde donde podía ver el vasto jardín que se extendía frente a la mansión. Los colores vibrantes de las flores y el verde intenso de los árboles le recordaron cuánto amaba el verano. Era la estación en la que todo parecía más vivo y lleno de promesas.
Después de vestirse con un ligero vestido blanco que acentuaba su piel bronceada por el sol, bajó las escaleras y se dirigió al comedor. Allí, su madre, una mujer elegante y de porte refinado, la esperaba con el desayuno servido.
—Buenos días, Ninvarty —dijo su madre con una sonrisa cálida—. Hoy es un día perfecto para disfrutar del jardín. ¿Tienes algún plan en mente?
Ninvarty se sentó y tomó un sorbo de jugo de naranja fresco.
—Pensaba en pasar el día afuera, quizás leer un poco y después dar un paseo por el pueblo. Quiero ver cómo están los niños de la fundación.
Su madre asintió, orgullosa de la sensibilidad de su hija.
—Es una excelente idea, querida. Disfruta tu día.
Después del desayuno, Ninvarty salió al jardín con un libro bajo el brazo. Se sentó en su lugar favorito, una banca de hierro forjado bajo un gran roble, y comenzó a leer. Las horas pasaron rápidamente entre las páginas del libro y los cantos de los pájaros.
Cuando el sol estaba en su punto más alto, decidió que era momento de visitar el pueblo. Se cambió a unos cómodos pantalones cortos y una camiseta, y salió de la mansión, saludando a los jardineros y al personal con su habitual sonrisa.
El pueblo estaba a poca distancia, y el paseo fue agradable. Al llegar, fue recibida con calidez por los habitantes. Ninvarty era conocida por todos, no solo por su familia, sino también por sus acciones. En la fundación, ayudaba regularmente a los niños menos afortunados, enseñándoles a leer y escribir, y compartiendo momentos de alegría con ellos.
Ese día, al entrar en la fundación, los niños corrieron hacia ella con entusiasmo.
—¡Ninvarty, Ninvarty! —gritaron al unísono—. ¡Cuéntanos una historia!
Ella se sentó en un banco rodeada por los pequeños, y comenzó a narrarles una historia llena de aventuras y fantasía. Los niños la escuchaban atentos, sus ojos brillando de emoción.
Así transcurrió el día de verano para Ninvarty, en medio de risas, historias y el cariño de aquellos a quienes ayudaba. Al caer la tarde, regresó a casa, sintiéndose agradecida por todo lo que tenía y por la oportunidad de hacer una diferencia en la vida de los demás.
El sol se ocultaba en el horizonte, pintando el cielo de tonos anaranjados y rosados, mientras Ninvarty se preparaba para una tranquila noche, soñando con el día siguiente y las nuevas aventuras que traería.
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"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]
SpiritualTrata sobre, una adolecente cuya vida es fantastica, pero una noche se le acabo la felicidad.... su vida cambia drasticamente