"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

La disculpa

**Capítulo Doce: La Disculpa de Alessia**

El clima en el colegio había estado tenso desde el enfrentamiento entre Ninvarty y Alessia. Sin embargo, un día, Alessia se acercó a ella con una expresión que sorprendió a todos.

—Ninvarty, necesito hablar contigo —dijo Alessia, su voz sonando diferente, casi vulnerable.

Ninvarty la miró con desconfianza, sin saber si confiar en ella. La rivalidad había escalado tanto que le resultaba difícil imaginar una disculpa genuina.

—¿De qué quieres hablar? —respondió, manteniendo una postura defensiva.

Alessia dio un paso adelante, como si quisiera demostrar que estaba siendo sincera.

—Sé que he sido dura contigo. Me dejé llevar por la competencia y actué mal. Lo siento —dijo, mirando a Ninvarty a los ojos.

Aunque las palabras de Alessia sonaban sinceras, Ninvarty sintió una punzada de desconfianza en su interior. Algo en la manera en que Alessia se movía, su tono y la intensidad de su mirada le hicieron pensar que había más detrás de esa disculpa.

—Aprecio que lo digas, Alessia, pero no puedo ignorar lo que has hecho. La rivalidad no se soluciona con una simple disculpa —respondió Ninvarty, manteniendo su guardia en alto.

Alessia se cruzó de brazos, un destello de frustración cruzando su rostro.

—Lo sé, y estoy dispuesta a cambiar. Solo quiero que esto se acabe. No quiero más problemas entre nosotras. ¿Podemos empezar de nuevo? —preguntó, intentando sonreír.

Ninvarty observó a Alessia con atención, buscando pistas que revelaran su verdadera intención. Justo en ese momento, un grupo de estudiantes pasó a su lado, susurrando y lanzando miradas curiosas. La presión del ambiente la hizo sentir incómoda.

—No lo sé, Alessia. He visto cómo actúas y no estoy segura de que esto sea genuino —dijo Ninvarty, sintiendo que no podía bajar la guardia.

Alessia hizo una pausa, pareciendo perder el control por un momento.

—Lo entiendo. Pero te prometo que no te haré daño. Solo quiero que esto se termine —insistió, pero la tensión en su voz dejó claro que no estaba del todo convencida.

Después de la conversación, Ninvarty se alejó con una sensación de inquietud. Mientras caminaba hacia su casa, no podía dejar de pensar en las palabras de Alessia. Algo no encajaba, y su intuición le decía que debía tener cuidado.

Esa noche, mientras revisaba sus notas y practicaba un nuevo hechizo, sintió que algo oscuro se cernía sobre la situación. Las intenciones de Alessia seguían siendo un misterio, y la desconfianza la mantenía alerta.

Al día siguiente, mientras esperaba a sus amigas, escuchó murmullos provenientes de un grupo cercano. Decidió acercarse para escuchar.

—No puede ser, Alessia realmente se acercó a Ninvarty. ¿No sabe que eso solo le traerá problemas? —dijo una chica.

Ninvarty se detuvo en seco. Las palabras de los estudiantes confirmaron su sospecha de que la disculpa de Alessia no era más que una fachada. Decidida a descubrir la verdad, Ninvarty se acercó a Elena y Ana, compartiendo sus inquietudes.

—Siento que esto no ha terminado. Alessia está tramando algo, no puedo dejar que se me acerque —dijo, su voz llena de determinación.

—¿Qué planeas hacer? —preguntó Ana, preocupada.

—Voy a seguir observando. No puedo permitir que baje la guardia y que me sorprenda —respondió Ninvarty, lista para tomar acción.

Con la mirada firme, Ninvarty sabía que debía estar un paso adelante. La lucha con Alessia podría estar lejos de terminar, y estaba decidida a proteger lo que era suyo.